Mons. Aguer: “La Navidad es la venida de Cristo. ¡Nada menos!”
La Plata (Buenos Aires) (AICA): El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, pidió ir preparando bien la Navidad, por lo que sugirió abrir el corazón “para recoger el mensaje propio” de la natividad que es “la venida de Cristo. ¡Nada menos!”. El prelado valoró la preparación “del arbolito”, pero antes, advirtió, “hay que preparar el pesebre que es más cercano a nosotros por su tradición” y destacó el mensaje de “inocencia, de deseo de renovación, de pureza” que lleva implícito esta celebración central de los cristianos.
El prelado recordó que se suele decir que “vienen las fiestas” pues “es verdad que no solamente celebramos Navidad; también celebramos el Año Nuevo y la venida de los Reyes, pero la Navidad es la Navidad. Me parece que no puede ser ‘tragada’ por las fiestas, sobre todo por nosotros los cristianos”.
“Normalmente se hace una celebración en familia y muchas veces ese hecho es ocasión para reunir una familia por lo menos semi dispersa. Pero por otra parte, la Navidad sin la misa de Navidad no es completa, de lo contrario la Navidad pierde su sentido y su sabor propiamente cristiano”.
El arzobispo platense valoró la preparación “del arbolito”, pero antes, advirtió, “hay que preparar el pesebre que es más cercano a nosotros por su tradición” y añadió que desde la doctrina católica “la Navidad es el acontecimiento central de la historia si se lo piensa con una cabeza cristiana. Cristo es el centro de la historia, es nuestro Salvador y tenemos que pensar la Navidad desde esta perspectiva”.
“En el mensaje de Navidad hay un contenido de simplicidad. La Navidad nos trae un mensaje de inocencia, un deseo de renovación, de pureza, también porque junto al niño Jesús está la Santísima Virgen. Y el bueno de San José”, destacó.
Pidió a la Virgen María “que es quien estuvo más cerca que nadie de Jesús, que nos ayude a preparar la Navidad” y que no olvidemos “a San José, un personaje silencioso, que a mí se me ocurre que lo era también como la Virgen, pero San José es especialmente silencioso porque guardaba ese segundo puesto discretamente”.
Monseño Héctor Aguer se detuvo en el gesto de María y José que “lo hicieron con toda simplicidad y con todo amor” y manifestó su esperanza de que “algo de eso tiene que ocurrir en nuestra Navidad. No tengamos vergüenza, no tengamos miedo, introduzcamos en ese plural ambiguo de “las fiestas” la identidad propia de la Navidad”.
“Se los digo con tiempo y he querido adelantarme a la fecha para que, como yo trato de hacerlo, humildemente, ustedes también se preparen para entonces de modo que, anticipadamente, podemos desearnos una Feliz Navidad. Será feliz si resulta la consecuencia de esto que les vengo proponiendo”, concluyó.+
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