A.C.A.: “Necesitamos un corazón misericordioso para afrontar este tiempo de desconcierto y desencuentro”
Buenos Aires (AICA): En un mensaje por el inicio de la Cuaresma, la Acción Católica Argentina (A.C.A.) afirmó que “para ser capaces de afrontar las dificultades de ‘los tiempos difíciles’ en los que abunda el desconcierto y el desencuentro, necesitamos también un corazón misericordioso” e invitó a rezar la Oración por la Patria al reconocer que sus miembros se sienten “heridos y agobiados” ante la constatación de que “la confrontación pareciera ser un hábito instalado”. Y al cumplirse un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba el atentado a la AMIA, pidió a los poderes del Estado que “asuman su rol y su responsabilidad en la búsqueda de la verdad”.
El texto, con la firma del Consejo Nacional de la institucional laical, invitó a rezar la Oración por la Patria al reconocer que sus miembros se sienten “heridos y agobiados” ante la constatación de que “la confrontación pareciera ser un hábito instalado”.
Asimismo, al cumplirse un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba el atentado a la AMIA, pidió a los poderes del Estado que “asuman su rol y su responsabilidad en la búsqueda de la verdad”.
Fortalecer el corazón
El texto del mensaje de Cuaresma de la Acción Católica es el siguiente:
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. (Mt 5,3-12)
La Cuaresma es un tiempo de conversión y de gracia. Un tiempo para “fortalecer el corazón” nos ha dicho el Papa Francisco, invitándonos a superar la indiferencia y a no cerrarnos en nosotros mismos.
“A nuestro alrededor hay muchas situaciones que nos duelen, nos angustian, nos dividen. Hermanos nuestros sufren el dolor de la pobreza, la marginación, la enfermedad, la soledad. La tendencia a naturalizar la violencia y la muerte, como expresiones de desprecio a la vida y su presencia en las escenas privada y pública son señales de alarma y nos desafían como ciudadanos y como Nación. La confrontación pareciera ser un hábito instalado. Ante ello, ‘nos sentimos heridos y agobiados’”.
En este miércoles de ceniza, en que los cristianos iniciamos el camino hacia la Pascua con el corazón puesto en la cruz y también en la esperanza, queremos redoblar nuestro compromiso en la construcción del Bien Común que nos anima a mantener la serenidad y la prudencia, junto a la firme perseverancia en la búsqueda de una “justicia y verdad largamente esperada” y en paz.
Asumimos que para ser capaces de afrontar las dificultades de “los tiempos difíciles” donde abunda el desconcierto y el desencuentro, necesitamos también un corazón misericordioso.
“Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.”
Confiamos en la fuerza de la oración e invitamos a intensificarla en estos días; y pedimos la intersección de los santos que participando en “nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación” anticipan la alegría de la resurrección que” es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.”
En el caso particular, al cumplirse un mes de la lamentable muerte del Dr. (Alberto) Nisman, queremos insistir en que cada poder del Estado asuma su rol y su responsabilidad en la búsqueda sincera de la verdad.+
Publicar un comentario