El sacerdote de 89 años residía desde hace unos años en el Hogar San Camilo de Vagues, y a pesar de las limitaciones propias de su edad, estuvo sirviendo con solicitud a los “enfermitos” -como los llamaba él-.
El padre Martín se desempeñó durante décadas como capellán del Hospital General de Agudos Doctor C. Durand, desde donde contagió a muchos seminaristas la noble vocación por la pastoral de la salud. Hoy, muchos capellanes de los hospitales públicos de la ciudad de Buenos Aires lo recuerdan con respeto e inmenso cariño, y lo reconocen como precursor de un cambio fundamental en el modo de la presencia sacerdotal entre los “pobres más pobres”, como le gustaba decir al papa Francisco cuando estaba en Buenos Aires, detalló el cardenal.
“Martín, sacerdote camilo y capellán de un hospital público, se dio a conocer con una personalidad silenciosa, muy agradable en el trato, cercano a las camas de los convalecientes para consolar y bendecirlos; abierto a todos los que se cruzaban en los pasillos del hospital. Su mirada amplia de pastor no excluyó a nadie: personal de enfermería, empleados de limpieza y mantenimiento, directivos y todos los profesionales de la salud fueron destinatarios de su caridad pastoral y sus cordiales palabras”, manifestó el arzobispo.
La misa exequial será el miércoles 2 de mayo a las 17 en la capilla del Hogar San Camilo de Vagues.
“¡Padre Martín Puerto, fiel discípulo de san Camilo y misionero, gracias por dejar tu tierra y prodigar generosamente entre nosotros el suave aroma de la caridad de Cristo a los enfermos!”, expresó el cardenal Poli.+
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