Catequesis del Papa: El Espíritu es un “regalo inmerecido” para ser recibido con gratitud y docilidad

Catequesis del Papa: El Espíritu es un “regalo inmerecido” para ser recibido con gratitud y docilidad

Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco continuó hoy, miércoles 30 de mayo, durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro con su catequesis sobre el sacramento del Confirmación. El pontífice recordó a los miles de fieles de todo el mundo congregados en la Plaza que el Espíritu es “un regalo inmerecido, para ser recibido con gratitud, haciendo espacio para su creatividad sin fin”. Un regalo para ser vigilado con cuidado, recibido con docilidad, dejándose moldear, como cera, por su ardiente caridad, para reflejar a Jesucristo en el mundo de hoy”.
El papa Francisco continuó este miércoles, durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro con su catequesis sobre la Confirmación, repasando los momentos más destacados del rito de este sacramento.

Comenzó el Santo Padre destacando el fuerte vínculo del sacramento de la confirmación con toda la iniciación cristiana. “De hecho, su significado brilla a la luz del Bautismo y se hace pleno en la Eucaristía”.

Por ello, “antes de recibir la unción espiritual que confirma y refuerza la gracia del Bautismo, los confirmandos son llamados a renovar las promesas realizadas por los padres y los padrinos el día del Bautismo”.

“Ahora son ellos mismos los que profesan la fe de la Iglesia, preparados para responder ‘creo’ a las preguntas que les dirige el obispo. Preparados, en particular, a creer en el Espíritu Santo, que es Señor y da la vida, y que, por medio del sacramento de la Confirmación, les es concedido de forma particular”.

El Santo Padre destacó la importancia de acudir bien preparados al sacramento de la Confirmación: “La venida del Espíritu exige corazones recogidos en oración. Tras la oración silenciosa de la comunidad, el obispo, extendiendo sus manos sobre los confirmandos, suplica a Dios que infunda su Santo Espíritu paráclito”.

“Uno solo es el Espíritu –explicó el pontífice–, pero al venir a nosotros, nos da sus dones: sabiduría, intelecto, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y santo temor de Dios”. Francisco destacó que “el único Espíritu distribuye los múltiples dones que enriquecen a la única Iglesia: Es el autor de la diversidad, pero al mismo tiempo es el creador de la unidad” y agregó: “Según el profeta Isaías, estos son las siete virtudes del Espíritu infundidas en el Mesías para el cumplimiento de su misión”.

El Papa detalló el significado de los gestos concretos de la Confirmación: “Por tradición atestiguada por los Apóstoles, el Espíritu que completa la gracia del Bautismo se transmite por medio de la imposición de manos. A este gesto bíblico, para expresar mejor la efusión del Espíritu que impregna a quienes lo reciben, desde el principio se le ha añadido la unción del olio perfumado, llamado crisma, que permanece en uso hasta el día de hoy, tanto en Oriente como en Occidente”.

“El olio es la sustancia terapéutica y cosmética que, en contacto con la piel del cuerpo, cura y perfuma las heridas. Para estas cualidades fue asumido por el simbolismo bíblico y litúrgico, para expresar la acción del Espíritu que consagra e impregna a los bautizados, embelleciéndolos con sus carismas”.

En concreto, “el Sacramento se confiere mediante la unción del crisma sobre la frente, efectuada por el obispo con la imposición de la mano y mediante las palabras: ‘Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo’”.

“El Espíritu Santo es el don invisible, y el crisma es la señal visible”, insistió Francisco. “A imagen de Cristo que lleva consigo la señal del Padre, también los cristianos son marcados con una señal que dice a quién pertenecen”.

Recibiendo en la frente el signo de la cruz con el aceite perfumado, señaló el obispo de Roma, el confirmando recibe pues un signo espiritual indeleble, recibe el “carácter”, que lo configura más perfectamente a Cristo. Y como decía San Ambrosio a los recién confirmados: “recuerda que has recibido un signo espiritual y conserva lo que has recibido. Dios Padre te ha marcado, te ha confirmado a Cristo Señor y ha puesto en tu corazón el signo del Espíritu”.

Por último, Francisco afirmó que “al recibir en la frente el signo de la cruz con el olio perfumado, el confirmando también recibe la impronta espiritual indeleble, el ‘carácter’, que lo confirma de forma más perfectamente a Cristo y les concede la gracia de propagar entre los hombres su buen perfume”.

Recuerda concluyó el Santo Padre su catequesis que el Espíritu es “un regalo inmerecido, para ser recibido con gratitud, haciendo espacio para su creatividad sin fin”. Un regalo para ser vigilado con cuidado, recibido con docilidad, dejándose moldear, como cera, por su ardiente caridad, para reflejar a Jesucristo en el mundo de hoy”. +

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