Florentino Pérez entró en la catedral acompañado de monseñor Jesús Vidal y, detrás, todos sus futbolistas. Después, el capitán Sergio Ramos colocó en el altar el trofeo que acredita al Real Madrid como vigente campeón de la Liga de Campeones y tomó la palabra Florentino Pérez, que elogió a su entrenador y valoró la humildad y los valores del Real Madrid como método para llegar al éxito.
“Los jugadores que han vuelto a demostrar que con el espíritu de equipo y con su permanente afán de superación, se pueden conseguir lo que muchos consideran imposible, tres “Champions” consecutivas“, dijo Pérez.
Por su parte, monseñor Jesús Vidal agradeció al Real Madrid el “gesto” de ofrecer la copa a la Virgen de la Almudena, excusó al cardenal de Madrid Carlos Osoro por no poder recibir a la expedición blanca por “causas de fuerza mayor” y dio la bienvenida a todos los miembros de la entidad madridista.
“Esta victoria no se puede lograr sin un grandísimo esfuerzo actual y a lo largo de su vida. Muchos muchachos los miran y es importante su ejemplo de vida. Hay que esforzarse. Hay que darles un buen ejemplo y juntos hay que construir un mundo más solidario. La Virgen María comparte todas las alegrías y de todos los madrileños“, apuntó monseñor Vidal.
Finalmente, el defensa Jesús Vallejo se encargó de leer los ruegos y toda la plantilla se acercó a los pies de la Virgen de la Almudena para ofrecerles el trofeo. Tras hacerse una foto de familia, la plantilla blanca salió hacia su siguiente destino, la sede de la comunidad de Madrid.
Hacía varios años, desde 2006, que el Real Madrid, cuya patrona es en realidad la Virgen de la Paloma, no visitaba la catedral, pero esta vez sí se incluyó en las celebraciones por el título una parada en un templo que, como destacó el obispo auxiliar Jesús Vidal, es “la casa de todos los madrileños”.
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