Falleció la hermana Martha Rabino, de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia
El signo providente se sintió en su comunidad religiosa y en los miles de exalumnos y amigos que acompañaron la misa de exequias en la capilla del colegio de Flores, el lunes 21 de mayo.
Sus palabras finales fueron “hoy es Pentecostés”, relató una religiosa que trabajó con ella durante muchos años y recordó que la tarde del sábado la había dedicado a preparar la capilla para la celebración dominical y tarareando canciones al Espíritu Santo. Así era Martha: orante, sencilla, alegre.
Bautizada como Susana María, la vida de la hermana Martha Rabino siempre estuvo marcada por esta congregación ya que junto con sus hermanas fueron alumnas del colegio Misericordia de Devoto, del que vivían a muy pocos metros.
Una de sus colaboradoras, la profesora Marga Cagide explicó que “en la Capilla del Colegio, en las galerías y en los patios, descubrió a la Virgen de la Misericordia, su mensaje, a la madre fundadora, la madre Rosselló, canonizada cuando Martha era alumna de sus aulas. A los quince años descubrió su vocación y luego de rezarlo mucho, lo comunicó a sus padres”.
Siempre explicaba que era exalumna de varias casas y en todas había aprendido a amar con toda el alma a la Madre de Misericordia. Fue docente y superiora de la Misericordia de La Plata, superiora de Cabildo, y muchos años superiora de Flores, responsabilidad que desempeñaba en estos días.
También fue madre provincial, siendo muy querida y estimada en todas las comunidades. Tuvo muchas responsabilidades pastorales, como su recordada tarea en la Conferencia Argentina de Religiosas y tuvo la gracia de Dios de poder asistir a la beatificación de Sor María Ludovica de Angelis, a quien admiraba profundamente, viaje del que regresó movilizada y feliz. Vivió plenamente comprometida y consustanciada del carisma de la madre fundadora.
A pesar de haber padecido un deterioro prolongado de su salud jamás mermó en su tarea y en su alegría. Lo asumió entregada al Señor y a la Virgen de la Misericordia de modo que muy pocos sabían sus dolores porque siempre los sobrellevaba con dignidad y ánimo poco imaginables. No se cansaba de expresar que “todo es gracia, que Dios sabe, que la Santísima Virgen acompaña y que el Cielo espera, y la Madre Rosselló anima en el carisma”.
El sábado 19 de mayo, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” compartía su alegría por estar preparando los 140 años del Colegio de la Misericordia de Flores, que se celebran este año y su orgullo de que la primera escuela de Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, fue este colegio al que asistió luego, frecuentemente, a celebrar misa o simplemente a matear con las hermanas de la congregación. “Creo que aquí conoció el valor de la misericordia que es una marca del pontificado de Francisco”, comentaba feliz la religiosa horas antes de partir a la Casa del Padre.
La hermana Martha Rabino murió santamente a los 82 años, sin susto, susurrando al Espíritu Santo en un domingo de Pentecostés y deja su legado y su alegría en miles de educandos, de catecúmenos, de docentes, de amigos y de sus hermanas Hijas de la Misericordia. + (Por Tito Garabal)
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