Monseñor Santiago Silva afirmó que luego del encuentro del episcopado chileno con el papa Francisco, “nos quedó claro que la vida de obispos y sacerdotes no siempre corre por los cauces del Evangelio. Nos apartamos de ellos por nuestros errores y, lo que es más grave, por la comisión de delitos como los abusos de menores”.
En su escrito reitera una vez más la petición de perdón, rogando con insistencia que los delitos se denuncien ante la justicia, afirmando que ¡La Iglesia no es lugar para delinquir!
Señala, además, que en esta etapa “el más importante de los valores es la reparación a las víctimas en justicia y misericordia” y agrega que cuando han hablado de “vergüenza” lo hacen con sinceridad, “porque la Iglesia no fue constituida por Jesús para generar daño, y un daño de tal magnitud”.
Monseñor Silva también dice comprender “que muchos no den crédito al perdón que pedimos y al dolor que expresamos, pues no recuperaremos la confianza de un día para otro. Lo tenemos que demostrar con concretas acciones reparatorias”.
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