Antes del comienzo del Rosario, se repitieron las palabras del Santo Padre durante el mensaje de Pascua de 2018 en el que se pedía por la paz en Siria.
“Que la luz de Cristo resucitado ilumine en esta Pascua las conciencias de todos los responsables políticos y militares, para que se ponga fin inmediatamente al exterminio que se está llevando a cabo, se respete el derecho humanitario y se proceda a facilitar el acceso a las ayudas que estos hermanos y hermanas nuestros necesitan urgentemente, asegurando al mismo tiempo las condiciones adecuadas para el regreso de los desplazados”.
Tras la lectura del mensaje, el pontífice se arrodilló ante la imagen de la Virgen del Milagro y recitó el Rosario junto a los fieles que se encontraban tanto dentro como fuera del Santuario. Junto al Papa se encontraba monseñor Angelo De Donatis, vicario general de Roma.
Tras finalizar la oración el Santo Padre bendijo la tumba del Siervo de Dios padre Umberto Terenzi (1900-1974), primer rector y párroco del Divino Amor y fundador de las dos congregaciones religiosas.
Seguidamente saludó a los residentes en la Casa de Reposo del Divino Amor, que acoge a 24 ancianos, y a las madres y niños acogidos en la Casa Familia Mater Divini Amoris.
Por último, se dirigió a los fieles congregados en el exterior del santuario y, tras rezar con ellos un Ave María, les impartió su bendición.
Francisco alentó a prolongar el rezo del Santo Rosario por la paz en Siria y en el mundo durante todo el mes de mayo por esta intención. +
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