Un año de oración por la beatificación de la Hermana Martha Pereyra Iraola
Martha María Sara Clara del Sagrado Corazón Pereyra Iraola RSCJ nació en Buenos Aires el 26 de agosto de 1913. Era la sexta de los diez hijos de la familia formada por don Martín Pereyra Iraola y doña Esther Ayerza, padres que intentaron enseñarles a “vivir para Dios y para los demás”.
Luego de la muerte de su madre en 1922, las tres hermanas mayores ingresaron para terminar sus estudios al Colegio que la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús tenía sobre la avenida Callao. Cerca de los 19 años descubre su vocación religiosa, ingresando, en junio de 1933, al Noviciado del Sagrado Corazón de Jesús.
Desde ese momento su vida se fue transformando en un generoso camino de entrega fiel, al amor del Padre y al servicio abnegado y silencioso hacia los que la necesitaban. Emitió sus primeros votos el 11 de enero de 1936, mientras se desempeñaba como maestra y sacristana en la comunidad de Castelar.
En 1942 hizo sus votos perpetuos y fue designada Vigilante de Novicias y Probanistas; durante ese tiempo fue el apoyo y el consuelo de numerosas muchachas que comenzaban su vida religiosa.
Desde 1955 asumió tareas de mayor responsabilidad, que no siempre coincidían con su deseo de una vida escondida. Ese año fue nombrada maestra general del Colegio de Almagro. Desde ese lugar debió sufrir el conflicto de la jerarquía católica con el gobierno peronista, y también el fallecimiento de su querido padre, Martín Pereyra Iraola.
En 1959 volvió a la comunidad de Castelar como maestra de Novicias, servicio que realizó con especial delicadeza hasta 1964, año en que fue designada Superiora de la comunidad. Vivió la vida renovada de la Iglesia que brotaba del Concilio Vaticano II con un espíritu de serena confianza, disponibilidad y apertura al Espíritu.
Después de más de 35 años dedicados a las niñas en los colegios y a la formación y acompañamiento de las religiosas, y respondiendo a las renovadas búsquedas de la Sociedad del Sagrado Corazón, en 1970 la hermana Martha se ofreció para formar parte de la nueva comunidad en Reconquista (norte de Santa Fe) y comenzó una intensa actividad misionera entre los más pobres y necesitados.
Sin dejar una actitud de sencillo y escondido servicio a todos, fueron los enfermos, los ancianos y los abandonados, los que recibieron su continua presencia esperanzadora. Sus infatigables caminatas buscando al necesitado, sin importar el clima o las distancias, son recordadas todavía hoy en las distintas comunidades donde vivió: Famatina (La Rioja), Barrio El Palomo en Libertad (Merlo) y Villa Diamante (Lanús). Su continua sonrisa hizo decir a una hermana de comunidad, que la hermana Martha era “La Ternura de Dios entre nosotros”.
Por razones de salud tuvo que volver a la casa de Almagro, en 1991, siendo en ella un ejemplo de hospitalidad y de acogida fraterna. El Señor llamó sorpresivamente a su puerta el 25 de agosto de 1998, y en un instante se encontró en los brazos del Padre, donde sin duda siempre quiso estar. En 2004 y por iniciativa del entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, se dio comienzo al proceso de beatificación y canonización.
Para mayor información llamar al (011) 4315-8438, por correo electrónico a causamarthapereyrairaola@yahoo.com.ar o al Facebook.+
Publicar un comentario