“Queridos fieles en China, nuestra Mamá del cielo los ayude a ser testigos de caridad y fraternidad, manteniéndose siempre unidos en la comunión de la Iglesia universal. Ruego por ustedes y los bendigo”, dijo el Santo Padre.
El pontífice recordó que el “próximo viernes 24 de mayo, celebraremos la fiesta de la Virgen María ‘Auxilio de los cristianos’, particularmente venerada en China en el santuario de Nuestra Señora de Sheshuan, cerca de Shanghai. Esta feliz ocasión me permite expresar mi especial cercanía y afecto con todos los católicos en China, entre las cotidianas fatigas y pruebas, continúen creyendo, esperando y amando”.
Fue el papa Benedicto XVI quien estableció la fiesta de la Virgen de Sheshuan como Jornada mundial de oración por la Iglesia en China. En su Carta a los católicos chinos de 2007, él expresaba la intención que a través de la oración se refuerce la unidad entre los cristianos subterráneos y oficiales y la comunión con el sucesor de Pedro, pidiendo también al Señor la fuerza de perseverar en el testimonio cristiano, aún entre los sufrimientos de la persecución. El pontífice pedía también que los católicos contribuyesen al bien de la sociedad china, rezando también por los perseguidores. Benedicto XVI había compuesto para tal ocasión una oración especial.
En la audiencia de hoy, estaban presentes algunos fieles peregrinos de China, que el papa Francisco saludó e invitó a todos los presentes a recitar con él un Ave María, invocando a Nuestra Señora de Sheshuan. +
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