El papa Francisco encontrará “una Rumania más dividida social y económicamente”, indicó el prelado, quien ya guiaba la arquidiócesis de Bucarest hace 20 años, cuando el papa san Juan Pablo II visitó el país en 1999. “Desde un punto de vista religioso, Rumania no ha cambiado en estos veinte años”, aseguró el arzobispo.
El país cuenta con unos 20 millones de habitantes: solo el 7,3% son católicos, frente a un 86% de ortodoxos. La Iglesia Ortodoxa Rumana tiene 20 millones de seguidores, entre Rumanía, Moldavia y la diáspora, es la segunda de las iglesias ortodoxas autocéfalas, sólo por detrás de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
“En la vida cotidiana –describió el prelado– las relaciones entre católicos y ortodoxos son muy buenas”, y añade: “En mi arquidiócesis, alrededor de la mitad de las familias son mixtas; se vive y se trabaja juntos, nos respetamos unos a otros sin problemas. Estoy convencido de que ese grito “¡Unidad!, ¡Unidad! del papa Juan Pablo II nunca será olvidado por nosotros los católicos o los ortodoxos, llamándonos a todos a la Palabra de Jesús, que todos seamos uno”.
La gran dificultad de Rumanía
Uno de los problemas más graves que atraviesa la población rumana es la emigración, esta es “la gran dificultad de Rumania y de la Iglesia de hoy”, opinó el arzobispo Robu, porque son ya millones los rumanos que trabajan afuera, en Italia, en España, en toda Europa.
El prelado católico de Bucarest señaló que “esto trae mucho sufrimiento a nuestras familias, porque hay padres que han dejado a sus hijos en casa y que, por lo tanto, se quedan sin mamá y papá” y añade que “hay casos en los que faltan ambos padres, muchos casos en los que uno de ellos está fuera durante mucho tiempo. Las familias, los jóvenes se van por un salario mejor, por un nivel de vida más alto del que Rumania puede ofrecer”.
“Caminemos juntos”
Los organizadores de la visita del Santo Padre a Rumania están, desde hace un tiempo, difundiendo la canción que los rumanos entonarán con especial emoción cuando Francisco pase por la catedral católica de San José, Se trata del himno que pone música al lema del viaje: “¡Caminemos juntos!”.
El tema fue compuesto por el sacerdote Ieronim Ambarusi. Lo interpretan 17 solistas y 50 coristas de las parroquias de Bucarest. Es todo un despliegue de alegría la que se desprende de esta canción. Pretende reflejar la ilusión que tiene el pueblo rumano con esta visita, la segunda hecha por un Papa en su historia.
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