Se llevó a cabo el Primer Encuentro de Candidatos y Diáconos de la Patagonia Norte
Se trata del primer encuentro, que se desarrolló en la parroquia Nuestra Señora de Fátima y contó con la participación de más de 60 candidatos y diáconos provenientes de las diócesis de San Carlos de Bariloche, Alto Valle de Río Negro, Viedma y Neuquén, que asistieron junto con sus esposas.
También participaron tres sacerdotes que acompañan la formación, los presbíteros Gustavo Varela, de la diócesis de Alto Valle; Mario Pacher, responsable de la formación de diáconos y vicario general de la diócesis de Neuquén; y Kiko Lafforgue, de la diócesis de Viedma.
El objetivo del encuentro fue compartir las experiencias de la formación y la vida diaconal, como expresión de la vocación matrimonial que la mayoría de ellos vive. En ese sentido, compartieron momentos de reflexión y oración, iluminada por diferentes textos bíblicos que ayudaron a pensar algunas claves de la espiritualidad diaconal en clave de Amigos y Servidores de Jesús, integrada a la vivencia matrimonial.
En su ponencia, el padre Pacher se centró en el lema que iluminó el encuentro, refiriéndose principalmente a la espiritualidad y la vida de los diáconos, y a la centralidad del amor de Jesús en sus vidas. "La amistad con Jesús, afirmó, se centra en vivir de acuerdo a su Palabra".
En referencia a la vocación cristiana, el sacerdote señaló que es una elección, un llamado inmerecido, que brinda la posibilidad de una vida fecunda. “Sólo un hombre que se siente llamado a la santidad como esposo puede emprender el camino del diaconado permanente”, afirmó.
La misión, explicó, es escuchar al que invita a la amistad, salir a invitar a una amistad. En ese sentido, llamó a la reflexión: “¿Nuestras parroquias son lugares de amistad?”, y animó a ofrecer el consuelo de la amistad con Jesucristo, ofrecer lo que tenemos, proponer vínculos, encuentros. “La amistad es luz, fuerza, consuelo”, sostuvo, animando a vivir un ministerio capaz de “mirar para afuera, no sólo la sacristía”, en el que puedan ser servidores “de todos”.
En resumen, destacó el vínculo con Jesús, que da origen a un ministerio: “Dios nos llamó y nos eligió en un ámbito de amistad”, y animó a ser “amigos de Jesús, servidores de las personas”; “amigos de las personas para servir a Jesús”; “amigos de las personas para que las lleven a la amistad con Jesús”; y “amigos de Jesús que muestran la belleza del servicio y entusiasman a otros”.
Las experiencias que pudieron compartir durante este primer encuentro fueron muy enriquecedoras para los diáconos, y les permitieron percibir juntos lo que el Espíritu Santo va suscitando en la región Patagonia Norte, a partir de la vocación diaconal.
Muchos pudieron compartir su profunda acción de gracias por la vida que Dios va haciendo crecer en sus familias, sus comunidades y en sus diócesis, y ofrecieron los dolores y dificultades como estímulo para seguir aprendiendo y trabajando.+
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