Mons. Cargnello: “Que el Señor entre en el sepulcro de tu corazón”

Mons. Cargnello: “Que el Señor entre en el sepulcro de tu corazón”

Salta (AICA): Junto a la imagen de la Virgen del Milagro, en la catedral salteña, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, dirigió un mensaje de Pascua a la comunidad diocesana: “Para nosotros la esperanza brota de un sepulcro abierto, de la victoria de la vida y del amor. No tengan miedo de dejar que el Señor entre dentro del sepulcro de su corazón”.

Junto a la imagen de la Virgen del Milagro, en la catedral salteña, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, dirigió un mensaje de Pascua a la comunidad diocesana, especialmente a los que están solos, a los ancianos, a los matrimonios, a los jóvenes, a los que estudian, a los que trabajan y a los niños.

“Quiero enviarles la paz del Señor, esa paz que renueva nuestra esperanza”, comenzó diciendo el prelado. “Para nosotros la esperanza brota de un sepulcro abierto, de la victoria de la vida y del amor. No tengan miedo de dejar que el Señor entre dentro del sepulcro de su corazón, allí donde hay soledad, tristeza, dolor, dejemos que vaya naciendo la vida que se hace amor y servicio”, manifestó.

Monseñor Cargnello dijo a la comunidad que, aunque “parezca imposible”, el camino es apostar “por el amor y la vida, porque Cristo ha resucitado”. Luego habló en nombre de los sacerdotes del clero salteño, para ofrecer una plegaria y el deseo de estar cerca del pueblo, “pidiendo perdón porque muchas veces no somos lo que el pueblo necesita. Queremos decirte que estamos dispuestos a empezar de nuevo”.

“Descubrimos que en el proyecto del Padre, esta pandemia que afecta a prácticamente toda la humanidad es un paso de Dios y queremos descubrir que la sangre de Jesús cuando marca el dintel de la puerta de nuestro corazón, es comienzo de vida”, sostuvo el arzobispo salteño, “esa es la Pascua”.

El prelado ofreció su cercanía, y la del clero, y pidió a los fieles: “Recen por nosotros y ayúdenos con esa plegaria, para que podamos ser mejores y servirlos a todos, como signos del Buen Pastor, como prolongación del cordero pascual de Dios”.

Al concluir, expresó: “Te deseamos vida de familia, amor para con los tuyos y amor de los tuyos para vos, y ¡ánimo!, esto pasará, pero el Señor no pasará, nos levantará de las manos y nos conducirá hacia la vida eterna. Felices Pascuas de Resurrección y que Ella te cobije en sus manos, te tenga en el corazón y te haga sentir que sos muy querido”.+

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