"Tenemos que subrayar la importancia de la Virgen en nuestro camino de fe"




Buenos Aires (AICA): Con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, el presbitero Dante De Sanzzi, director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en la Argentina, invitó a reconocer la importancia de la Virgen María en el camino de fe del cristiano y pidió rezar por los misioneros americanos en el continente o en otras tierras de misión.

Con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, el presbitero Dante De Sanzzi, director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en la Argentina, invitó a reconocer la importancia de la Virgen María en el camino de fe del cristiano y pidió rezar por los misioneros americanos en el continente o en otras tierras de misión.

El sacerdote observó que, en la segunda semana de Adviento, la Iglesia invita a celebrar la solemnidad de la Inmaculada Concepción y, a poco de concluir la semana, también la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América.


"Tenemos que subrayar la importancia de la Virgen en nuestro camino de fe y el acompañamiento que nos hace en la espera del que está por llegar, el Emmanuel, el «Dios con nosotros» que profetiza tan bien Isaías en el capítulo 7 de su libro", consideró el director de las OMP.


El padre De Sanzzi recordó que María se manifestó en el cerro Tepeyac, en México, a un indio llamado Juan Diego, recién convertido a la fe cristiana y que iba en camino a su catequesis habitual para recibir los sacramentos. "Hombre fiel y leal, atributos que mira el Señor para utilizar las mediaciones humanas y mostrar su poder y gloria", reseñó el presbítero.


"Luego de algunas dudas de parte de las autoridades, con la fuerza de la oración y la ayuda de María, se logra el objetivo de edificar un templo en su honor, que en verdad es para nosotros. La patrona de América Latina apareció en 1531, y el único signo visible se da en la tilma de Juan Diego, con la imagen hoy conocida", trazó el sacerdote.


"Recemos a María por todo el continente, por sus misioneros y los que están alejados; los que necesitan su maternal protección y bendición. Que sostenga a nuestra sociedad, dividida y lastimada. Que nos transforme en buenos evangelizadores en el adviento, momento de espera, de reflexión y preparación a recibir al autor de la vida", concluyó el padre De Sanzzi en su mensaje.+



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