Los jóvenes de Resistencia afirman: “No vamos a bajar los brazos”
Con el deseo de “ser voz en este tiempo que trascurre tan fuertemente en nuestro país”, manifestaron una “profunda tristeza al saber que la Argentina se encamina cada vez más en la cultura de la muerte” y aseguraron que el cuidado de la vida exige “calor evangélico, con más énfasis, con más ganas, porque expresa ni más ni menos que una responsabilidad con el sufriente, el que está solo”.
Los jóvenes afirmaron: “No vamos a bajar los brazos, porque en Cristo la vida venció a la muerte, y por eso nunca estaremos vencidos” y dirigiéndose a jóvenes, mujeres y adolescentes, recordaron que “nuestros espacios de vida en cada parroquia, los esperan para caminar, para enfrentar los avatares de estos tiempos”.
Texto del comunicado
Como Jóvenes de la arquidiócesis de Resistencia, queremos ser voz en este tiempo que trascurre tan fuertemente en nuestro país. Frente a los hechos de público conocimiento, no podemos dejar de sentir en nuestro corazón, una profunda tristeza al saber que la Argentina se encamina cada vez más en la cultura de la muerte. Nos duele que no se respete la vida como tal; a partir de esto se entiende que una vida puede ser descartable si no está dentro de nuestros planes. Vivimos en una sociedad, donde los medios de comunicación lavan la cabeza a la gente y quieren pintar una realidad que no es verdadera. Somos los jóvenes que estamos a favor de la vida, aquellos cuya voz no tuvimos la misma importancia que las voces de los otros que piensan distintos.
No somos careta, defendemos la vida desde la concepción, en el marco del gran sueño joven que tenemos, que es Construir la Civilización del amor; y es una lucha por la vida de generación en generación, que la portamos con empeño y responsabilidad. Nuestros espacios juveniles en las parroquias o movimientos, son espacios de encuentro con nuestro Jesús amigo, y en ellos, han pasado muchos jóvenes que han encontrado consuelo ante las dificultades, decisiones que dejaron heridas en su integridad, y ante la luz del resucitado, sus vidas han cambiado fuertemente. Ser testigos de un Jesús vivo, nos da la fuerza de ir contra la corriente del mundo, de esperar contra toda esperanza.
A lo largo de estos intensos días, nos hemos puesto la camiseta, participando en las marchas por la vida, en jornadas de oración en nuestras parroquias, poniendo el cuerpo en cada debate en nuestras escuelas, trabajos, en la cotidianidad, defendiendo a las dos vidas: a la vida que se forma en el seno de cada mujer, esa vida que porta vida.
Sin duda el llamado a ser una iglesia en salida nos exige encontrarnos aún en los momentos en los que la historia nos mira de una manera desafiante, a los ojos con deseo de tolerancia. Como nos dijo el Papa Francisco en el ENJ, “nada de mirar a los otros con la naricita para arriba. Si alguna vez miramos para abajo, que sea para levantar al caído”.
El cuidado de la vida, nos exige ese calor evangélico, con más énfasis, con más ganas, porque expresa ni más ni menos que una responsabilidad con el sufriente, el que está solo. “Si lo hicieron por los más pequeños, lo habrán hecho por mí”. Es un momento de ojos abiertos, de estar alerta, pero de transmitir y renovar la historia desde la esperanza que nos da el ser joven con los jóvenes, no sólo defendiendo la vida, sino siendo vida.
No vamos a bajar los brazos, porque en Cristo la vida venció a la muerte, y por eso nunca estaremos vencidos. Queremos que se siga dialogando, no vamos a perder la fe porque Con Cristo, con vos…renovamos la historia.
Que cada joven, que cada mujer, que cada adolescente, sepa que nuestros espacios de vida en cada parroquia, los esperan para caminar, para enfrentar los avatares de estos tiempos, y que si te equivocaste, sabes que el corazón de Cristo es un mar de misericordia; y que si apostas a la vida, encontrarás en nosotros, esa mano amiga, que te ayudará y enfrentaremos juntos a los mercaderes de la muerte, triunfando con la vida entre los brazos.
Para contactarse con la Pastoral de Juventud, comunicarse con sus asesores, presbítero Diego González (0362) 154884707 y Elio Ruiz (0362) 154756594.+
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