Mons. Aguer: "Salvar siempre las dos vidas"
El prelado comenzó recordando “dos hechos horrendos ocurridos en Salta y en Mendoza: se trata de la violación de 2 niñas por parte de sus padrastros. Padrastro es el nombre que se da, según el diccionario, al marido (ahora habría que decir al novio o a la pareja) de la madre del chico o la chica. Esto supone que la familia, hoy, es algo muy fluido, muy líquido. Si ustedes se fijan en las estadísticas la mayor parte de los casos de violación son hechos por los padrastros. Hay algo aquí espantoso que se ha convertido casi en normal”.
“En los dos casos mencionados -prosiguió- las chicas de 10 y 11 años respectivamente quedan embarazadas. La primera, la de Salta, con un embarazo muy adelantado y las madres no quisieron que las chicas, sus hijas, abortaran. Por supuesto que es muy difícil ver el nacimiento de esas criaturas pero hay ahí algo muy positivo, muy sano, que es que no han querido matar al niño por nacer”.
“Uno podría plantearse esto: ¿por qué no hay pena de muerte para el violador? Yo estoy absolutamente en contra de la pena de muerte, aquí no la hay, la Iglesia está en contra de la pena de muerte pero uno puede hasta pensar que sería más razonable matar al violador que matar al niñito por nacer que no tiene culpa alguna", reflexionó.
Sobre el caso de Salta monseñor Aguer explicó que "el Gobernador se apresuró a adherir a un Protocolo del Ministerio de Salud de la Nación, que tiene muchos años y está avalado por una acordada de la Suprema Corte de Injusticia de la Nación que ya avaló el aborto en algunas circunstancias. En el caso de Mendoza todavía no habría ocurrido eso pero, evidentemente, se está empujando a la opinión pública hacia una aceptación del aborto en casos como este que son casos, como dije, verdaderamente horrendos”.
Luego el arzobispo emérito se preguntó: "¿Qué es lo que ha nacido de esta manera tan injusta, tan deplorable, en el interior de estas niñas?", y respondió: "Ha nacido un nuevo ser humano, una criatura humana, una persona humana. Comprendemos la dificultad de la situación y comprendemos cómo hay que amparar y cuidar a estas chicas y ver cómo se resuelve el parto o la cesárea correspondiente. Los médicos saben bien eso. Y luego qué se hace con el niño. Posiblemente la abuela quiera retenerlo porque esa niña todavía no está en condiciones psicológicas, plenamente humanas, de ser mamá pero es biológicamente ya mamá. Y es mamá de alguien que existe desde el instante de la concepción”.
Monseñor Aguer se refirió también al tema de la adopción considerando que en la Argentina es muy complicado. “La adopción en la Argentina -dijo- es complicadísima. Es algo que habría que aligerar, facilitar el trámite de la adopción. Hay muchas parejas y matrimonios que desean ser padres y no pueden y hay padres o madres que lo son y no quieren. Por eso el instituto de la adopción podría resolver muchos de estos casos. Lo malo es cuando la autoridad pública interviene en falso como ocurrió con el gobernador de Salta. El arzobispo de Salta, mi querido hermano monseñor Mario Cargnello, dijo claramente las cosas en la homilía del tedeum del 25 de Mayo en las narices del gobernador de Salta. Veremos cómo evoluciona el caso de Mendoza”.
“Entre tanto estamos en esta situación en la que el Congreso de la Nación avanza una ley que justifica el aborto hasta la semana número 14. En esta semana el niño tiene unos 10 centímetros, le late el corazón, y todo porque es un niño. Esta es la situación que vive la sociedad argentina”.
En la parte final el prelado reflexiona acerca de qué se puede hacer y aconseja: "Lo que podemos hacer es hablar, participar de las marchas por la vida para que sigan siendo multitudinarias" Eso importa "sobre todo cuando a estos gobiernos populistas, de izquierda o de derecha, que aprietan el cinturón de los pobres pero después matan chicos inocentes o justifican el asesinato de chicos inocentes, les importa mucho si hay mucha gente a favor o en contra de las medidas que van a tomar o que quisieran tomar y a causa de esto se retraen”.
Por último, sostuvo que “acá se juega algo muy importante para el futuro de la sociedad argentina. Muchas veces hemos hablado de estos temas pero estos casos tan dolorosos que han ocurrido en Salta y en Mendoza tienen que hacernos reflexionar y ver las cosas con claridad. La primera faceta del tema del aborto, como lo dijimos muchas veces, es la científica: ¿Qué es eso que ha nacido en el interior de esas niñas o de tantas otras mujeres, de tantas otras madres? ¿Qué es? ¿Es una larva, un bicho? Es un ser humano desde el instante de la concepción y, entonces, como se dice muy bien en el slogan que circula, debemos salvar las dos vidas. Cuidar a la mamá y cuidar al bebé y no para cuidar a la mamá matar al bebé”.+
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