El secretario general de la CEM, monseñor Alfonso Miranda explicó que “el protocolo responde a lo sucedido en dos años, con el incremento de asesinatos, no solo de sacerdotes; también surge del dolor que nos impacta en nuestro país. Este protocolo quiere ser un fuerte instrumento de prevención”.
Los protocolos van dirigidos a obispos, sacerdotes, seminaristas, párrocos, laicos y a fieles católicos en general, como un instrumento para evitar exponerse a situaciones de peligro, principalmente en zonas donde la actividad del crimen organizado ha impactado en la sociedad civil, como Tamaulipas, Guerrero, Veracruz y Michoacán.
“El protocolo ofrece propuestas, sugerencias, medidas de acuerdo a la capacidad de cada parroquia”, detalló en relación a las propuestas de instalar cámaras de vigilancia en las parroquias.
Monseñor Miranda dijo que hubo comunicación con autoridades; sin embargo, no se han dado respuestas claras sobre temas como el asesinato de sacerdotes y crecientes delitos como extorsiones y robos en lugares de culto.+
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