Con la “bajada” de la imagen, Catamarca vive la fiesta de la Virgen del Valle
La ceremonia fue presidida por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, quien llevó la imagen cuatro veces centenaria acompañado por sacerdotes del clero local.
A su paso la imagen de la Virgen fue saludada por la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, y el intendente de la capital provincial, Raúl Jalil, junto con autoridades legislativas, judiciales y de las fuerzas de seguridad.
Luego el presbítero José Antonio Díaz, rector del santuario, colocó la imagen de la Virgen del Valle en la urna festiva, desde donde presidirá las distintas celebraciones del novenario.
Participó de los actos litúrgicos una gran cantidad de fieles, que desbordó el templo catedralicio y expresó su devoción a la Madre Morena con vivas, cantos y pañuelos agitados.
En la homilía, monseñor Urbanc expresó que “una vez más nuestros corazones laten con más fuerza porque nos convocan estos días de novena y fiesta en honor a nuestra querida Madre celestial” y pidió: “Acerquémonos a Ella con filial confianza, apertura de corazón, renovada esperanza, humilde obediencia y creciente caridad para con nuestros hermanos más necesitados de pan, trabajo, salud y educación”.
El prelado se refirió al tiempo especial que transita la diócesis, camino a los 400 años del hallazgo de la bendita imagen de la Virgen, al expresar: “Con esta novena agradeceremos al Señor por todo lo que nos ayudó a profundizar en la piedad de nuestro pueblo profundamente mariano”.
“También le pediremos que nos disponga a trabajar con diligencia nuestro tercer y último año de preparación al gran jubileo por los 400 años de ininterrumpida presencia y protección de la Pura y Limpia Concepción del Valle, como también al Año Mariano Nacional y IV Congreso Mariano Nacional en el 2020”, agregó.
Monseñor Urbanc recordó que a partir del 8 de diciembre comenzará el año dedicado a la “Espiritualidad de los Discípulos Misioneros” y reflexionó sobre el pasaje evangélico de la conversión de Zaqueo.
El prelado catamarqueño invitó a que “de la mano de la Virgen del Valle vayamos resuelta y confiadamente al encuentro de Jesús, y cambiemos rotundamente nuestro modo de pensar, hablar y obrar hasta el fin de nuestra vida terrena”.
Al final de su reflexión, monseñor Urbanc se dirigió a la Madre del Valle implorando “que acojas benévola a tantos hijos que vendrán en estos días trayendo sus cuitas para que Tú las presentes ante tu Hijo Amado”.
“Danos a todos la gracia que necesitamos para experimentar la cercanía del Buen Padre Dios y así enmendar conductas que nos enemistan y distancian unos de otros”.+
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