El referente laico recordó que “nuestros hermanos esperan respuestas individuales y sociales. Cada uno de nosotros debe actuar ante situaciones de pobreza. Pero las alternativas estructurales de superación son una decisión comunitaria, social y política”.
“¿Qué país queremos y estamos dispuestos a construir? ¿Sobra gente en nuestro barrio, en nuestra provincia, en la Argentina; hay descartables, o trabajamos por la inclusión? ¿Estamos dispuestos a ser promotores de desarrollo, a compartir?”, se preguntó.
“En nuestro país, más que en otras partes del mundo menos favorecidas, la pobreza es fruto de la injusticia, del abuso de poder, de la corrupción, de la mezquindad. Son “méritos propios” que como sociedad debemos asumir, sin perjuicio de las responsabilidades que caben a los Estados en un paradigma tecnocrático que ha configurado una inequidad planetaria”, advirtió.
Inzaurraga invitó especialmente a sentirse “deudores con los más pobres, tendiendo recíprocamente las manos unos a otros”, a escuchar su clamor, dando respuestas “con todas nuestras posibilidades” y trabajar juntos cada día para “no desertar de nuestra misión de construir un país sin excluidos cuyo propósito fundamental sea el bien común”.
Informes: www.justiciaypaz.org.+
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