La construcción de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús pudo ser terminada gracias en gran parte a las donaciones de los fieles de la iglesia de San Lorenzo en Tampa, Estados Unidos.
El párroco de Tampa, presbítero Steven Dornquast, viajó a Cuba para asistir a la inauguración y allí dijo que “en la Iglesia Católica con el bautismo recibimos una identidad” y “ayudar a nuestros hermanos es parte de nuestra fe”.
Estos feligreses estadounidenses lograron recaudar y enviar a Cuba 95.000 dólares para la construcción de la parroquia, que tiene una capacidad para 200 personas y ocupa 800 metros cuadrados de un terreno que el Estado ha accedido ceder a la Iglesia.
En la misa de inauguración también estuvo presente Caridad Diego, la encargada de asuntos religiosos del Partido Comunista de Cuba.
La parroquia del Sagrado Corazón es una de las tres únicas iglesias que el régimen comunista autorizó levantar a los católicos y la primera en ser concluida. Las otras dos iglesias en construcción están en La Habana y en Santiago de Cuba.
Este templo en Sandino es casi milagroso puesto que esta localidad se creó después del triunfo del golpe castrista. Situada a 250 kilómetros al oeste de La Habana se fundó para llevar a este lugar apartado a los que el régimen consideraba familias contrarrevolucionarias. Hasta la fecha no tenían un templo.
Para la Iglesia es un hecho histórico. Este es un pueblo de desterrados de la región montañosa del Escambray (este del país). Muchas familias o sus descendientes que dejaron atrás a sus santos no tenían un templo en el cual orar.
Hay expectativas para otras devoluciones, aunque en el transcurso de estos últimos años, realmente es poco lo que se ha percibido. Algunas diócesis han recibido algún terreno, algún local, pero realmente todavía faltaría mucho por devolver, señaló monseñor José Félix Pérez, portavoz de la Conferencia Episcopal Cubana.
Además, explicaba que “algunas propiedades de la Iglesia que dejaron de ser suyas en 1961 o 1962 están ocupadas por instituciones oficiales o familias, y ya nunca volverán a ser de la iglesia; por ejemplo, colegios, hospitales, asilos de ancianos”.
Sobre los bienes devueltos, fuentes eclesiales aseguran que “el estado de conservación de estos inmuebles deja mucho que desear, lo que hace pensar que detrás de la restitución hay también razones económicas: el gobierno cubano no cuenta con los recursos necesarios para mantener edificios que se están deteriorando rápidamente y que después de ser expropiados en los años 60 se usaron para todo tipo de fines: como almacenes, hornos, comedores obreros o escuelas”.
Cuba pese a décadas de comunismo mantiene una población católica que supera el 60%.+
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