“Creo que es muy positivo todo lo que se ha hecho hasta ahora, pero nunca podremos decir que nuestra misión está cumplida”, aseguró el presidente del organismo, René Brülhart.
El año pasado se registraron “resultados significativos”, aseguró la AIF en un comunicado, que destaca cómo durante 2018 se completó el proceso de adhesión de Vaticano al Área Única de Pagos en Euros (Sepa, por sus siglas en inglés), lo que representa “un importante paso hacia la armonización y la eficiencia en la transferencia de fondos en el área europea”.
También se produjo la primera condena por lavado de dinero negro por parte del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, en un caso iniciado gracias a una advertencia señalada por la AIF.
Brülhart destacó que la inclusión en el área Sepa demuestra “los esfuerzos de la Santa Sede para reforzar la transparencia financiera”. En esta línea destaca igualmente la disminución en el número de operaciones sospechosas. Fueron 56 en 2018, mientras que en el año precedente llegaron a 150. La reducción era “esperada”, según dijo Tommaso Di Ruzza, director de la AIF, quien destacó además que los casos que ahora se señalan tienen mucho más fundamento.
En la rueda de prensa de presentación del informe anual, Brülhart destacó el “mucho camino” que ha recorrido el Vaticano desde que nació la AIF. “Creo que es muy positivo todo lo que se ha hecho hasta ahora, pero nunca podremos decir que nuestra misión está cumplida. Siempre aparecerán nuevos desafíos a los que debemos responder. Pero tenemos los instrumentos para hacerlo”, dijo.
El presidente de la AIF subrayó además el “tremendo apoyo” recibido en estos años por parte de los superiores de la Curia romana, lo que ha permitido “establecer muchas reformas en un período muy corto”. La AIF cuenta ya con acuerdos de colaboración con 56 países. +
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