Con el lema "Conmigo lo hicieron", la jornada invitó a los jóvenes porteños, a través de diferentes gestos, a acercarse al relato evangélico de San Mateo en el capítulo 25, cuando Jesús narra la parábola del Rey que dijo: “Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo” (Mt 25, 40).
En la Plaza Miserere se encontraron diferentes siluetas de personas en papel madera, en las que se invitó a los jóvenes a escribir los nombres de las personas que atendieron alguna necesidad específica durante su vida, que ofrecieron escucha, una mirada, un abrazo, o una oración. De ese modo, los animadores de la marcha invitaron a descubrir el cuerpo de Cristo presente en esas personas, y comenzar la marcha por ellas.
Cerca de las 13 comenzó el camino por la avenida Rivadavia, animado por música, bombos y banderas de colores representativas de cada grupo parroquial, institución y movimiento joven. En cada esquina, pudieron apreciarse pancartas con algunas frases representativas como: “Estaba prisionero y me dieron un poco de luz”, “Tenía que estudiar y me cebaste mate” o “Porque desde antes de conocerme, ya rezabas por mí”.
Frente a la Plaza de los Dos Congresos, la marcha juvenil realizó la primera parada. Allí se efectuó un gesto mariano con la imagen de la Virgen de Luján que acompañó la peregrinación y se hizo presente entre los jóvenes el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina.
Dos jóvenes animadores junto con el cardenal Poli, dirigieron unas palabras a la Virgen en las que expresaron: “María qué bueno encontrarte acá, qué descanso ver tu mirada, tus brazos esperándonos para recibirnos”. De este modo, hicieron referencia a las siluetas y a las personas referentes para cada joven: “Queremos confiarte cada una de sus vidas, las que están escritas y las que llevamos en nuestro corazón”, manifestó el cardenal.
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“María hoy te volvemos a decir ‘aquí tienes a tu hijo’ para que puedas sostenerlo, contener, acariciar, proteger, abrazar, consolar”, concluyó el gesto. A continuación, los jóvenes continuaron la marcha hacia la Plaza de Mayo, con música y entusiasmo.
Al llegar a la catedral metropolitana, algunos jóvenes ingresaron al templo y otros permanecieron en la calle, donde se proyectó la misa en una pantalla, presidida por el arzobispo de Buenos Aires y concelebrada por los obispos auxiliares y los miembros de los cleros diocesano y religioso de la arquidiócesis. A su finalización, se realizó la tradicional procesión con el Santísimo Sacramento alrededor de la Plaza de Mayo.
Para ver más fotos y videos de la Marcha Juvenil visite la web de la Vicaría de Jóvenes Buenos Aires, o en sus redes sociales Facebook, Instagram, Twitter y YouTube.+
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