Mons. Olivera atribuyó a un “mal entendido” el traslado de los restos del Cura Brochero
El prelado fue consultado sobre este tema por Info Global durante su visita a Villa Cura Brochero, donde está el santuario en honor al “cura gaucho” y donde celebró sus 11 años de ordenación episcopal tras ser designado obispo de Cruz del Eje por el entonces papa Benedicto XVI.
“Ha sido un mal entendido, mala información o quizás, alguien que asesoró equivocadamente al Concejo Deliberante de Santa Rosa del Río Primero, pues, pensar que no se cumplió con la voluntad de Brochero es un error”, sostuvo.
“La familia, su hermana Aurora y su sobrino, quienes eran sus herederos universales fueron quienes determinaron donde descansaría Brochero, lo hicieron junto a los notarios de aquel tiempo, en 1914, ellos establecieron el destino de los restos del Santo. Sus familiares fueron quienes pidieron el permiso correspondiente a las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, para poder sepultar a Brochero en la Casa de Ejercicios”, puntualizó.
Mons. Olivera consideró que “sus herederos cumplieron con todo, también la Iglesia. Brochero es un santo, y pensar que con el paso de más de un siglo de todo aquello, un Concejo Deliberante se arrogue el derecho a decir que cumplirán con el deseo de Brochero, resulta muy llamativo”.
Respecto de la carta que habría sido la raíz del dictado de la ordenanza en Santa Rosa del Río Primero, el obispo castrense señaló: “Si bien es verdad que en primera instancia Brochero había manifestado ser sepultado en su pueblo natal, también es cierto que con el transcurrir de los años su deseo era perdurar aquí en Traslasierra para siempre, su corazón, su familia, su curato, su parroquia, era esta tierra”.
“Quien no conoce a Brochero puede pensar que él quería irse a otro lado, pero visto así, es un atropello, es producto de alguien muy confundido, que pretende haber descubierto algo. Es importante saber que la vida de Brochero fue estudiada por la Iglesia, por historiadores respetables, sacerdotes responsables”, recordó.
Ante la pregunta del porqué se llegó a esta situación, monseñor Olivera dijo: “Creo que todo se trató de un error, de un mal entendido que hoy visto de esta forma, nos debe ayudar para poder descubrir la vida del santo Brochero”.
“Además, es muy clara la postura de monseñor Carlos Ñáñez, quien además de ser arzobispo de Córdoba, es familiar directo de Brochero, y ratificó que el deseo del santo fue cumplido por sus familiares”, subrayó.
Consultado sobre cómo sigue ahora este reclamo, si todo se ha dirimido o concluido, el prelado respondió: “Si bien no sé en qué quedó todo este reclamo, puesto que yo no vivo en Córdoba, rezo mucho y quiero que se termine, porque, insisto, se ha llegado a esta instancia por un mal asesoramiento”.
“Nadie, transcurrido más de cien años puede atribuirse el derecho a decir, vamos a hacer que se cumpla el deseo de Brochero, pues está más que claro que su hermana Aurora, así como su sobrino y la testificación de los notarios fueron quienes cumplieron su anhelo. Brochero es su tierra, su gente, su obra, ‘eh pispiado que me quedaré aquí para siempre’”, concluyó.+
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