Mons. Cargnello celebró en Catamarca su 25º aniversario episcopal

Mons. Cargnello: "Confiar en el Señor, mirar lejos, ponerse en movimiento"

San Fernando del Valle de Catamarca (AICA): El arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, celebró ayer, miércoles 26 de junio, sus bodas de plata episcopales, a los pies de la Virgen del Valle, en Catamarca. Lo acompañó el obispo diocesano, monseñor Luis Urbac, sacerdotes del clero catamarqueño, y algunos familiares y amigos del arzobispo.
El arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, celebró ayer, miércoles 26 de junio, sus bodas de plata episcopales, en la catedral basílica y santuario de Nuestra Señora del Valle, en Catamarca, donde sirvió durante varios años como sacerdote.

Lo acompañó el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, sacerdotes del clero catamarqueño, y algunos familiares y amigos del arzobispo.

Con un mensaje de agradecimiento, monseñor Cargnello reflexionó acerca de la amistad y valoró la posibilidad de estar “con mi familia, con los amigos de siempre. No por nada Cristo se hizo amigo nuestro, y el Concilio va a decir que Dios busca al hombre como un amigo busca a un amigo, hablando de la revelación, y Pablo VI quiso mostrar eso de la amistad para plantear a la Iglesia como comunidad del diálogo. Por eso le agradezco a Dios todo esto”, expresó.

Luego se refirió a la figura de Abraham, quien supo “mirar lejos”, porque creyó y se apoyó en el Señor, “ese mirar lejos, es un signo de que Dios nos acompaña en los amigos. Jesús dice: ‘Ya no los llamo siervos sino amigos’. Confiar en el Señor, mirar lejos, ponerse en movimiento, es lo que nos da la certeza de que no podemos hacer otra cosa que dar gracias a Dios que nos ha dado mucho, aún el dolor; entonces no seamos mezquinos de confiar en Dios aun cuando nos toquen desiertos, y en el seguir caminando, en el levantarnos, en el apostar a la comunión y a la amistad”, afirmó.

Al dirigirse a sus hermanos en el sacerdocio destacó el vínculo profundo que existe entre los cristianos y la Eucaristía. “La Eucaristía vivida como presencia del Señor, como sacrificio que se renueva, como mandato de una entrega, que te sostiene cada día. Eso no lo dejemos, lo necesita, lo pide la gente, y es lo que a nosotros nos llena el alma”, manifestó.

Antes de la bendición final, el presbítero Oscar Tapia, asesor de la Pastoral Educativa de Catamarca, destacó que estos 25 años de obispo de monseñor Cargnello “son muy importantes para nuestro clero, que ha nacido siempre bajo el signo de la Virgen. Dios nos ha dado la posibilidad de que un hermano nuestro sirva a la Iglesia, sobre todo en el NOA, ha servido en la Conferencia Episcopal, en Latinoamérica, y eso es un don para nuestro clero, nuestra historia comienza acá y debe terminar junto a la Virgen”.

“La fe nos desarraiga y él está integrado en Salta, pero ésta es su tierra, ésta es su casa, y por eso eso tiene el sabor de las cosas de Dios, grande en lo pequeño, así de profundo, estar junto a la Virgen, el clero, los amigos, y celebrar”, continuó el sacerdote.

Asimismo, definió a monseñor Cargnello como “un hombre de Dios, un hombre de oración y fiel a la Iglesia, obediente, donde lo mandan sirve a Dios con esa fe profunda”.

Al concluir la celebración eucarística, los presentes pronunciaron la Oración del Año Mariano Nacional ante la imagen cuatro veces centenaria de la Madre Morena del Valle.+

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