Mons. Canecín acompañó el Encuentro de Vida Consagrada
Con el lema “Entretejiendo miradas y cuidados para la vida en abundancia”, que coincide con el lema para la vida consagrada de la Región NEA, se reunieron para reflexionar y compartir unos días en comunidad. Además, se dio la bienvenida a las nuevas integrantes de cada comunidad.
La primera oración con el título: "No se puede acabar la fiesta ya es la hora", les permitió acercarse al Icono de la Bodas de Caná. Durante el sábado, se compartió el caminar de la Vida Religiosa en la región y se estudió el material que se tratará en la Asamblea del NEA sobre las adicciones.
“Es un tema que preocupa y nos invita a no quedarnos de brazos cruzados y a trabajar en red, porque solos no podemos”, destacó la hermana Graciela Firpo, de la Congregación de las Hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María. Además, definió el encuentro como “fraterno, orante, festivo y alentador”.
Monseñor Canecín acompañó y alentó a las consagradas a continuar abrazando con amor “esta vocación en respuesta a la invitación especial de Dios, bajo una moción del Espíritu Santo”, porque ellas se “propusieron seguir más de cerca a Cristo, entregarse a Dios por encima de todo y procurar que toda su vida esté al servicio del Reino”.
También estuvieron presentes los padres salesianos de Curuzú Cuatiá, quienes acompañaron la celebración eucarística, en la que se agradeció a Dios por los aniversarios de votos de las religiosas y por las consagradas que están enfermas.
Durante el cierre el obispo compartió con las religiosas sus experiencias en Roma en la visita ad limina apostolaum, particularmente lo relacionado con vida consagrada.+
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