En el día de los Santos Inocentes, rezaron por la vida

Buenos Aires (AICA): En la noche del 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes mandados matar por Herodes, se llevó a cabo una manifestación ante el Congreso de la Nación en favor de la vida de los niños por nacer, y en contra del aborto y la ideología de género. Con velas encendidas, los asistentes rezaron el rosario y entonaron cánticos. “Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”, dijo un joven sacerdote.
En la noche del 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes mandados matar por Herodes, se llevó a cabo una manifestación ante el Congreso de la Nación en favor de la vida de los niños por nacer, y en contra del aborto y la ideología de género.

A las 20 eran apenas cuatro personas que estaban rezando el rosario, sosteniendo velas, que la brisa de una noche de cielo encapotado hacía difícil mantener encendidas. A pocos metros, en la vereda del edificio del Congreso sobre la avenida Entre Ríos estaba estacionada una camioneta de la Policía Federal con más efectivos que los congregados en la misma vereda para rezar.

Al momento, apareció una joven con una vela, que dijo ser evangélica y acompañó todo el acto hasta el final, en actitud respetuosa aunque sin sumarse al rezo acompasado de las avemarías. Poco después, se agregó un joven matrimonio de González Catán, con dos hijas y un hijo. Y luego fueron llegando más personas. Una convocatoria por wasap había invitado a las 20, pero hubo cierto malentendido, porque otras habían invitado para las 21 o a las 22. Finalmente se juntó un centenar de personas, que permanecieron hasta pasadas las 23.

Fabián Martínez, de González Catán, de 42 años, había venido con su esposa, Valeria Loureiro, y tres de sus cuatro hijos, de 12, 6 y 4 años. Trabaja en venta de autos y pertenece a la Acción Católica de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de su localidad. Vivamente interesado en la promoción de la vida y la familia, dijo que ha escrito a muchos obispos procurando subrayar la urgencia de este tema. Su esposa comentó que colabora en un centro de ayuda a la mujer y que en una conversación que había tenido esa misma tarde con una chica ésta decidió seguir adelante con su embarazo.

En general, los asistentes no llegaron en grupos, sino individualmente o con sus cónyuges y algún hijo. Dentro de esa dispersión, había dos abogados directivos demócratas cristianos: Andrés González Balcarce, secretario de Educación, doctrina y valores del Partido Demócrata Cristiano de la Ciudad, y Alejandra Muchart, profesora de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidenta del Movimiento Mujeres Demócratas Cristianas de la Ciudad de Buenos Aires.

Un muñeco de un feto de pocas semanas, con una luz titilante, se elevaba sobre los presentes, así como una bandera argentina. Quien la sostenía, trabajador en una imprenta, tenía también un cartel con imágenes de distintas etapas de la evolución de una criatura dentro del vientre materno. “No tengas duda, es humano”, decía el cartel. Y concluía: “Y vos querés asesinarlo”.

Otro asistente, Gerardo Vega, recordó una leyenda que vio a un costado de la plaza del Congreso cuando se debatía en el Senado la legalización del aborto y que le quedó grabada: “Que tu vientre sea una cuna y no un cementerio”.

Lorena Barba, de 36 años, cocinera de un servicio de catering, de Almagro, llevaba un cartel que decía: “El aborto es un asesinato. Mata al bebé y destruye a la mujer”. Dijo que es católica practicante y afirmó: “Defiendo la vida porque es un derecho natural, universal, hay vida desde la concepción. Es un hecho científico, y lo lógico es que termine en la muerte natural”. Añadió que el aborto no le hace bien a nadie, es para el enriquecimiento de unos pocos.

Esencialmente fue una reunión de oración con invocaciones a Jesucristo, a San Miguel Arcángel, a la Virgen María. Los presentes cantaron “Cristo Jesús, en ti la patria espera”. Y en clara consonancia con las velas que fueron siendo cada vez más y lograron mantenerse –o fueron vueltas a encender cuando se apagaban-, cantaron: “En el medio de la noche, encendemos una luz… en el nombre de Jesús”.

Hubo también quienes dijeron algunas palabras, aunque sin contar con un micrófono. Karina Estrella, que sobrevivió a un aborto, dijo: “Pedimos un presidente provida” y expresó: “Dios nos dio una misión a cada uno de nosotros. A mí me salvó la vida para contar mi historia”. Se manifestó contra la cultura del descarte: “Queremos incluir a todos”. La gente repitió “Toda vida vale” y “Sí a la vida”.

También habló a los presentes Fernando Fusari, sacerdote de Zárate-Campana, de 38 años. “Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”, dijo. Y recordó lo que Pedro y Juan dicen en los Hechos de los Apóstoles 4,20: “Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído”.

Señaló que quieren matar al cristianismo pero “no cuentan con que el Señor sabe resucitar”. Animó a los presentes. “No nos asustemos de ser pocos, que también al pie de la Cruz solamente estaban la Virgen, María Magdalena, Juan… Y después los cristianos se multiplicaron por todo el mundo.” Recordó también que San Juan de la Cruz empezó la reforma de la orden carmelita con apenas tres frailes. Evocó el pesar por la aprobación del aborto en la Cámara de Diputados en junio y subrayó la perseverancia en la lucha que llevó a su rechazo en el Senado en la madrugada del 9 de agosto.

“No nos cansemos”, exhortó. Y recordó la frase del papa Pío XII: “No le tengo miedo a la acción de los malos sino al cansancio de los buenos”.+ (Jorge Rouillon)

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