Mons. Han Lim Moon invitó a ser “estrellas guía” en la fiesta de Reyes
“¿Cómo apareció de repente una estrella que no existía?”, se preguntó al comenzar el prelado. “Es que en la Navidad el Creador del universo entró como una creatura”, señaló, “y una de las estrellas empezó a señalarlo diciendo ‘aquí nació el Rey del universo’.”
De este modo, los magos de oriente comenzaron su búsqueda en torno al “tesoro esondido” tras la estrella de Belén. En camino atravesaron algunas “amenazas”, como la de Herodes que, con miedo a perder su poder, “representa a las personas que persisten en su posición como autosuficientes sin necesidad de este Rey”.
Por su parte, los sumos sacerdotes y maestros de la ley respondieron correctamente donde había nacido este Rey. Sin embargo, “su conocimiento no los movilizó para salir en busca de Él”. Ellos representan “a los que se contentan con saber, pero sin un compromiso integral y total”.
En cambio, “los magos emprendieron el camino hasta encontrar al Rey del universo y lo adoraron”. Los reyes representan a “todo hombre que anhela y busca al Rey del universo, al Salvador. Y que está atento a ‘su estrella’ para seguirla hasta encontrarlo”.
“El Rey entró a este mundo sobria y silenciosamente para ser encontrado por todos aquellos que lo buscan de corazón”, afirmó monseñor Han Lim Moon, “y está escondido preferentemente entre los pobres, sencillos, necesitados, enfermos, encarcelados; y escondido real y especialmente en la Palabra y en los Sacramentos”, agregó.
Por este motivo, quien “lo encuentra de verdad debería dar el mismo gesto de adoración y ofrenda que dieron los magos”, exhortó. Al concluir invitó a los fieles a convertirse en “estrella guía” que moviliza con entusiasmo a los demás, para que también ellos “encuentren al tesoro escondido, al Rey y, adorándolo, reciban su salvación”.+
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