En camino hacia la resurrección final




Puerto Iguazú (Misiones) (AICA): El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Martorell, celebró una misa con motivo de la conmemoración de los fieles difuntos en la que invitó a los feligreses a contemplar el misterio de comunión que existe entre los cristianos que ya han partido y los que aún peregrinan en la tierra, e invitó a vivir con la esperanza puesta en la meta celestial.

El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Martorell, celebró una misa con motivo de la conmemoración de los fieles difuntos en la que invitó a los feligreses a contemplar el misterio de comunión que existe entre los cristianos que ya han partido y los que aún peregrinan en la tierra, e invitó a vivir con la esperanza puesta en la meta celestial.

Monseñor Martorell explicó que la Iglesia consta de tres estados: los bienaventurados, que gozan ya de la visión de Dios, y se cuentan entre los santos y beatos; los difuntos necesitados de ‘purificación’, que todavía no son admitidos a la Visión de Dios y purgan sus pecados, y los que peregrinan en la tierra, con la esperanza de ver a Dios al final de la vida.


El obispo explicó que existe una comunión entre estos tres estados de vida. Señaló que los santos interceden ante Dios por los fieles vivos, a quienes pueden fortalecer con su ejemplo y alcanzarle gracias de Dios para sus vidas, mientras oran junto con los que aún peregrinan por los hermanos que todavía no han llegado a la visión de Dios.


“Los hermanos difuntos que están purgando sus pecados reciben también nuestras oraciones y ofrecen sus sufrimientos por nosotros a través de nuestras oraciones”, rescató el obispo.


“Esta es una consoladora realidad que nos hace vivir a los cristianos la muerte dolorosa ciertamente, pero con el consuelo de saber que de Dios venimos y hacia Dios vamos, y que en nuestros corazones vive la esperanza de no terminar con la destrucción de nuestro cuerpo, sino de saber que vamos a Dios y que nuestros hermanos se comunican con nosotros a través de nuestra oración”, manifestó el prelado.


“Así, bienaventurados en el Cielo, purgantes en el purgatorio y caminantes en la tierra, todos sabemos que al final estamos todos en camino hacia la resurrección final que nos hará plenamente partícipes del misterio pascual de Cristo, cuando Él vuelva por segunda vez y definitivamente”, concluyó el obispo.+


Texto completo de la homilía



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