Miles de niños le rezaron a la Virgen por las calles de Buenos Aires

Buenos Aires (AICA): Miles de niños participaron este sábado 22 de agosto de las Peregrinaciones Marianas Infantiles 2015, que organizó la Vicaría Episcopal para Niños del arzobispado de Buenos Aires con el lema “Todos con María, llevamos a Jesús”. Repartidos en cuatro columnas caminaron hasta templos o colegios de las vicarías, donde los obispos zonales presidieron la misa. En el colegio Nuestra Señora de las Nieves, de Liniers, estuvo el cardenal Mario Poli, quien alentó a los niños a misionar y transmitir la alegría del Evangelio.
Miles de niños participaron este sábado 22 de agosto de las Peregrinaciones Marianas Infantiles 2015, que organizó la Vicaría Episcopal para Niños del arzobispado de Buenos Aires con el lema “Todos con María, llevamos a Jesús”.

Repartidos en 4 columnas según las vicarías en las que está organizada la arquidiócesis de Buenos Aires, los niños caminaron y luego participaron de las misas presididas por sus respectivos obispos zonales.

Las caminatas fueron coordinadas por las cuatro vicarías (Belgrano, Centro, Devoto y Flores) y culminaron con misas presididas por los obispos zonales.

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, también se sumó a esta manifestación de fe de los niños y presidió la misa de la columna de la Vicaría Flores, que concelebró el obispo auxiliar y vicario para los Niños, monseñor Ernesto Giobando SJ.

La peregrinación de la Vicaría Flores partió de la parroquia Nuestra Señora de Luján de los Patriotas y fue hasta el colegio Nuestra Señora de las Nieves.

Pancartas, globos, canciones y redoblantes fueron los compañeros de los niños peregrinos, mientras por las ventanas, en las puertas y balcones, los vecinos se asomaban para alentar el paso de los niños que le cantaban a la Virgen. Tampoco faltaron las murgas, los bombos y los sombreros.

Hubo una parada en la plaza frente al Hospital Santojanni y al llegar al gimnasio del colegio de las Nieves, tres muñecos cabezudos dieron vida a una animación que se centró en qué le pide el Papa a los niños de Buenos Aires en la Evangelii Gaudium: primerear, involucrarse, acompañar y fructificar.

El cardenal Poli felicitó a todos por la linda peregrinación y aseguró que “le robaron una sonrisa a la Virgen en el día de la Virgen” y destacó la figura de San José al reflexionar sobre los evangelios del día.

“Ustedes vieron que la palabra de José no existe porque José es un santo grandísimo para los católicos. No hay una sola palabrita de él. Él es todo obediencia, todo trabajo”.

El purpurado porteño entabló un diálogo con los niños, para tratar de que adivinen cuántos kilómetros recorrió la Virgen María para visitar a su prima Isabel.

“¿Saben cuántos kilómetros recorrió la Virgen hasta su prima Isabel? Más o menos, ¿cuántas cuadras recorrimos recién? ¿Quién da más? Alguno dijo 100, no, menos… 50… 40… 20… Bueno… Y con una parada en el medio que algunos chicos comieron tanto que no se podían mover. ¿Saben cuánto pateó la Virgen ese día? ¿Saben cuánto? Más de 100 kilómetros hasta la casa de su prima. Estuvo por lo menos 2 días caminando. Así es que la Virgen nunca dijo nada, que estaba cansada ni nada. Y llegó a lo de su prima Isabel”, indicó.

“¿Qué pasó ahí, qué escuchamos recién? Cuando Isabel estaba embarazada, tenía en su panza a Juan el Bautista, le pegó un salto en la panza de la mamá porque venía el Salvador y él se dio cuenta. Iba la Virgen trayendo a Jesús.

El primado le pidió a los niños que escuchen bien el relato evangélico, porque “el lema que hoy teníamos lo sacamos de este pasaje del evangelio: ‘Todos con María, llevamos a Jesús’” y explicó que “lo primero que quiso hacer fue llevar a Jesús, fue a lo de una prima de ella, quiso llevar la alegría del evangelio porque Jesús es el evangelio. La Virgen quiso misionar. No se quedó sentadita en casa tejiendo escarpines, sino que dijo: ‘Yo quiero ir a anunciar la alegría de tener a Jesús en mi panza’”.

“Por eso decimos con María llevamos a Jesús a todos. Y ahí se produjo una cosa muy linda porque Isabel le dijo a María: ‘¿Por qué viene a mí mi Señor?’. Estaba encantada la prima Isabel de recibir a María y a Jesús. Entonces la Virgen hizo una oración muy linda, empezó diciendo ese cántico tan lindo que escuchamos que es el canto del Magníficat: ‘Mi alma canta la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava’. Es más largo”, indicó.

Por último, el cardenal Poli señaló que “nosotros caminamos 20 cuadras, ¿no? La Virgen caminó 100 kilómetros. Se hizo peregrina. Ella venía con nosotros, nos venía bendiciendo, a nosotros, a nuestras familias, a papá, a mamá, a los abuelos, a nuestros hermanitos, vecinos, y a toda la gente en el barrio ──¿vieron cómo la gente se asomaba?──, la Virgen también los bendijo. Porque donde Ella pasa, donde Ella está, Ella nos trae la alegría de Jesús. Por eso es tan importante que llevemos en el corazón este grito que ustedes lo dijeron varias veces: “Todos con María, llevamos a Jesús”.+

Desgrabación de la homilía

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