Luego de la oración inicial, un miembro del grupo Meraki compartió una oración del Cristo Roto para poner en manos de Jesús a quienes trabajan en las calles, plazas y comedores.
Pablo Gaete, integrante de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (Fasta) y Coordinador de Acción Ciudadana de Unidad Provida, introdujo a los presentes en la Exhortación Apóstolica Gaudete Et Exsultate.
Durante su exposición, abordó el llamado a la santidad con el que el papa Francisco desea llegar al pueblo de Dios. “El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, y somos nosotros los que estamos llamados a recibirla. El Señor llama, pero en ese llamado no alcanza nuestra mera voluntad, hay que estar confiados en la gracia para que ese camino sea posible. No podemos ser santos solos, es el Espíritu el que nos hace santos, sólo hay que abrirle el corazón”, destacó.
“El papa Francisco nos recuerda que para ser santos no hace falta ser obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra. La santidad también es para ti”, añadió.
La siguiente actividad estuvo a cargo del coro San Agustín, que introdujo a los presentes en la experiencia de la oración Taizé. Velas, música y la Cruz de San Damián fueron los elementos que acompañaron la jornada en un espacio de oración y contemplación para los agentes pastorales.
Durante la jornada, el administrador apostólico sede vacante, monseñor Dante Braida, junto con los sacerdotes Germán Lledó y Raúl Gómez, escucharon confesiones.
Los participantes trabajaron luego sobre el tercer capítulo de la exhortación Gaudete Et Exsultate, en el que Francisco explica que para ser buenos cristianos es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las Bienaventuranzas. El trabajo se realizó en grupos con el nombre de diferentes santos: Chiara Lubich, Pier Giorgio Frassati, San Juan Pablo II, Santo Cura Brochero, Santa Teresa de Calcuta, Santa Teresa de Lisieux, San Alberto Hurtado, San Pio de Pietrelcina.
Cada grupo tuvo la tarea de releer el capítulo y detenerse en una bienaventuranza en especial para reflexionar cómo ese mensaje interpela y repercute en el mundo actual y sobre todo en su tarea pastoral en particular: la calle. De este modo cada grupo fue exponiendo sus conclusiones y reflexiones compartiéndola con el resto de los participantes.
El siguiente tema a reflexionar fue: notas sobre la santidad actual y el combate y la vigilancia. Tomando la cita de Efesios 6, 10-18 sobre la armadura del cristiano, cada grupo compartió cuales creían que eran las herramientas que el cristiano debería tener en el mundo de hoy para el combate ante la desidia, el cansancio, la rutina, el activismo. Todos concluyeron en lo mismo: Humildad, caridad, oración, fraternidad y eucaristía.
El seminarista Leandro Horas, que cursa el 4º año de filosofía en el Seminario de Mendoza Nuestra Señora del Rosario, brindó una exposición sobre el último capítulo de la exhortación, que trata sobre el discernimiento.
“¿Cómo saber si algo viene del Espíritu Santo o si su origen está en el espíritu del mundo o en el espíritu del diablo? La única forma es el discernimiento, que no supone solamente una buena capacidad de razonar o un sentido común, es también un don que hay que pedir”, citó.
En ese sentido, consideró que “es importante proporcionar a las personas la oportunidad de tener experiencias íntimas de encuentro con Cristo. Sin ese ‘de corazón a corazón’, es ilusorio pensar que los hombres seguirán con constancia al Hijo de Dios”.
“Pidamos el don del discernimiento iluminado por el Espíritu. Que él sea quien nos haga entrever el proyecto único e irrepetible que Dios ofrece a cada uno. Aquí está en juego el sentido de nuestra existencia, la misión que Él nos confía, por amor, para ser felices y por el bien de los hermanos” concluyó Leandro.
El día finalizó con la celebración de la Eucaristía presidida por monseñor Braida. En la homilía, destacó la importancia del trabajo pastoral de la calle y también los espacios de oración que son fundamentales para la acción apostólica.
Entre los grupos presentes estaba UPA (de Parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás), Los Amigos de la Calle (de la Comunidad de Schoensttat), La Olla (de la Iglesia San Miguel de Las Heras), Meraki (de Sagrada Familia), Pastoral del Migrante, Parroquia Ntra. Sra. de la Consolata, Pastoral San Alberto Hurtado y Pastoral Cura Brochero (de San Martín); Casa de Asistencia (de La Merced), Pastoral Guadalupe, Mesa Tendida (de Santa Bernardita) y representantes de Puente Vincular.+
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