50° Aniversario de la Unión de Conferencias Latinoamericanas Franciscanas

50° Aniversario de la Unión de Conferencias Latinoamericanas Franciscanas

Buenos Aires (AICA): Con el lema: “50 años de la Uclaf: memoria y profecía”, se llevó a cabo del 28 de octubre al 2 de noviembre en la sede de las Obras Misionales Pontificias (OMP), ubicada en el barrio porteño de Almagro, la celebración del 50° Aniversario de la Unión de Conferencias Latinoamericanas Franciscanas (Uclaf).
Más de 30 ministros provinciales y custodios de América Latina y el Caribe participaron de la celebración del 50º aniversario de la Unión de Conferencias Latinoamericanas Franciscanas (Uclaf), que se desarrolló en la sede de Obras Misionales Pontificias (OMP) con el lema “50 años de la Uclaf: memoria y profecía”.

El lunes 29 de octubre los religiosos participaron de la misa de acción de gracias celebrada en la catedral de Buenos Aires a la que asistió el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli.

La misa fue presidida por el vicario general de la Orden de Frailes Menores, fray Julio César Bunader, y concelebrada por el ministro general de la Orden, fray Michael Anthony Perry; por el presidente de la Uclaf, fray Juan Medina; los ministros provinciales y custodios, y demás frailes de las distintas entidades del Cono Sur.

Antes de la homilía se realizaron dos gestos, uno en el que fray Guido Zegarra, de la provincia de los Doce Apóstoles, entregó un libro al ministro general, fray Michael Anthony Perry OFM, con la Historia de la Uclaf. “Hermano ministro, confiamos cual otro tesoro todo este camino, de la vida escrita y viva, cargada de experiencia y de sentido. Una historia inspirada en hombres y mujeres de nuestra querida Latinoamérica; una historia de los Hermanos Menores, que se animaron a salir y a encontrarse para compartir la alegría del Evangelio”, expresó.

En el siguiente gesto de envío, el ministro general de la Orden hizo entrega a cada ministro provincial, de la “estola sacerdotal”, exhortándolos a llevar viva la memoria y a animar a las fraternidades a ser anunciadores de paz, dando la vida como el Buen Pastor por sus ovejas.

En su homilía, señaló que este acontecimiento “nos permite renovar la alegría y la osadía de ser hermanos menores en la Iglesia de América Latina y El Caribe, como discípulos misioneros de Jesucristo, para vivir la pasión por Cristo y por la humanidad”.

“El camino de los hermanos Ministros y Custodios de las Conferencias, se inició en una época especial de la sociedad y de la Iglesia Universal, marcada por las conclusiones del Concilio Vaticano II. Desde ese momento, se puso en marcha un proceso fecundo de actualización de sus conclusiones en América Latina y el Caribe, en las cinco Conferencias Episcopales, y en las Asambleas Uclaf de la Orden de Hermanos Menores, con el deseo de asumir la novedad del Concilio y del Evangelio de Jesucristo en clave franciscana, atentos al contexto social, cultural y político”, recordó.

El padre Bunader meditó luego a la luz de la Liturgia de la Palabra, sobre dos relatos del Evangelio de Lucas: el milagro de la curación de una mujer, y la polémica sobre la interpretación del culto a Dios y la observancia del sábado.

En ese sentido, destacó la actitud de Jesús en cada situación: “Jesús mira la mujer, la llama, habla con ella; no es indiferente ante el sufrimiento del ser humano, sino que se compadece y actúa con ternura y amor. Libera, devuelve la dignidad perdida. Este cuidado de Jesús tiene como efecto que la mujer pueda nuevamente enderezarse y liberarse del sufrimiento. A raíz de esta experiencia, ella alaba y glorificaba a Dios”, relató.

“La mujer encorvada, el jefe de la Sinagoga y Jesús, son imágenes de los seres humanos, hombres y mujeres, y también nuestras, que nos hablan de quienes están oprimidos, cansados y perjudicados en su dignidad; de otros que son rígidos, intransigentes e insensibles; y también, de quienes no son indiferente ante el sufrimiento humano, porque se acercan, miran con ternura, se inclinan y liberan”, consideró.

Antes de la bendición final, el superior de la provincia franciscana de la Asunción, fray José Enid Gutiérrez Olmos, agradeció al cardenal Poli por su acompañamiento en todo momento; al ministro general de la Orden, fray Michael Anthony Perry, por su presencia fraterna en este acontecimiento; al vicario general de la Orden, Fray Julio César Bunader por la celebración y participación, a los hermanos ministros y custodios y demás hermanos participantes en esta Eucaristía de acción de gracias.

Concluida la misa, los hermanos participantes de la Uclaf se dirigieron al convento San Francisco, para participar de un ágape fraterno, con hermanos de la Orden Franciscana Seglar y amigos.+

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