Los obispos argentinos terminan la visita ad límina peregrinando a la basílica de Santa María Mayor
Al término de la celebración eucarística se dirigieron a la Secretaría de Estado, donde se reunieron con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede.
En la jornada del viernes, el grupo de obispos argentinos continuaron visitando los distintos dicasterios y congregaciones de la Santa Sede, y peregrinaron a la basílica de San Pablo Extramuros, donde el cardenal Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, presidió la Eucaristía concelebrada.
“Los prelados han valorado la participación de los obispos eméritos, como signo de hermandad y caminos compartidos junto a sus valiosos testimonios y experiencias”, indicó la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina.
Asimismo, subrayó, destacan “la necesidad de la comunión y misión pastoral en el compartir junto al clero; generoso, misionero, venido de muchos lugares con el propósito de construir y profundizar juntos la tarea de la Iglesia”.
En la homilía, el cardenal Villalba subrayó la figura de San Pablo como “evangelizador”, “hombre de oración” y “misionero”, además de valorar su método: “ir a los más alejados”.
El purpurado recordó que San Pablo VI les pedía a los obispos que “no fijen la mirada en los futuros obstáculos y sufrimientos que son propios del ministerio episcopal. Fíjense más bien en los hombres que deben amar, servir y salvar”.
“El papa Francisco, a quien estamos visitando, nos llama a salir, a evangelizar. 'Sean una Iglesia en salida, discípulos misioneros que se involucran, que acompañan'”, actualizó.
El cardenal Villalba sostuvo que “la oración es como la evangelización, no es algo circunstancial sino que nunca se debe interrumpir” y subrayó: “Dice Pablo que hay que evangelizar con oportunidad o sin ella. Lo mismo hay que decir de la oración”.
“Como San Pablo debemos evangelizar y orar no sólo por nuestras necesidades, sin por nuestros hermanos, por nuestra comunidad, por toda la Iglesia. No es integro el servicio al pueblo sino oramos: Le debemos la oración. El pueblo nos pide que recemos por Él. El pueblo sencillo intuye, desde su corazón creyente, que la oración del sacerdote, del obispo es escuchada. La oración que la Iglesia nos confía es un deber de caridad irreemplazable.Pidamos la gracia, por intercesión de San Pablo, de ser pastores misioneros y hombres de oración”, concluyó.
Las vivencias de Mons. Buenanueva
En diálogo con la Oficina de Prensa de la CEA, monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, hizo hincapié en el carácter de peregrinación que tiene la visita ad límina.
“Para nosotros los obispos, venir aquí, a la basílica patriarcal de San Pablo de Extramuros es reavivar este carisma misionero que llevamos en las entrañas”, aseguró.
El prelado destacó las palabras del cardenal Villalba en la homilía de la misa: “Suplicamos a Dios ser pastores misioneros, pero también hombres de profunda oración. Pablo es un apasionado de Cristo”.
“Si decimos apóstol Pablo no podemos olvidar a San Pablo VI, esta enorme figura que ha marcado tan profunda y hermosamente la vida de nuestra Iglesia, en la que el mismo papa Francisco encuentra inspiración para su magisterio, para el modo en que está llevando adelante este ministerio apostólico, este oficio pretino, promoviendo una Iglesia en salida, una Iglesia misionera”, afirmó.
Monseñor Buenanueva detalló que “aquí hemos rezado una vez más por todas nuestras Iglesias diocesanas, por la Iglesia en la Argentina y la Iglesia en todo el mundo para que sea realmente como Pablo, anunciadora feliz, gozosa del Evangelio y con la fuerza del Evangelio pueda también llegar al corazón de todos”.
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