“En el quinto aniversario de la exhortación apostólica Amoris laetitia y tres años desde la promulgación de Gaudete et exsultate el Encuentro quiere destacar la importancia del amor familiar como vocación y camino de santidad, para comprender y compartir el sentido profundo y salvífico de las relaciones familiares en la vida cotidiana”, explica en un comunicado el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
El organismo vaticano precisa que para ello, el Encuentro Mundial de las Familias se propone “releer” la exhortación apostólica Amoris laetitia a la luz de la llamada a la santidad de Gaudete et exsultate.
Asimismo, señala que “el amor conyugal y familiar manifiesta, de hecho, el don precioso del vivir juntos, alimentando la comunión y previniendo la cultura del individualismo, el consumo y el descarte: La experiencia estética del amor se expresa en esa mirada que contempla al otro como un fin en sí mismo” y reconoce a la otra persona en su sagrada identidad familiar, como marido, mujer, padre, madre, hijo, hija, abuelo, abuela.
Finalmente, el dicasterio afirma que, al dar forma a la experiencia concreta del amor, el matrimonio y la familia manifiestan el alto valor de las relaciones humanas, en el compartir las alegrías y las penas, en el desarrollo de la vida cotidiana, orientando a las personas hacia el encuentro con Dios.
“Este camino cuando es vivido en fidelidad y perseverancia, refuerza el amor y realiza la vocación a la santidad, que es inherente a cada persona y se concretiza en las relaciones conyugales y familiares”, sostiene.
En este sentido, la nota del dicasterio concluye citando Gaudete et exsultate, la vida familiar cristiana es vocación y camino de santidad, expresión “del rostro más bello de la Iglesia”.+
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