Una travesía de montaña: vigilia de Pentecostés en Buenos Aires

Buenos Aires (AICA): En la tarde del sábado 8 de junio, más de 1.200 jóvenes porteños se reunieron en las instalaciones del colegio Nuestra Señora de las Nieves para celebrar juntos la Vigilia de Pentecostés y prepararse para la venida del Espíritu Santo, con la temática de una “travesía en la montaña”. El cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, acompañó la vigilia junto con varios de sus obispos auxiliares.

En la tarde del sábado 8 de junio, más de 1.200 jóvenes porteños se reunieron en las instalaciones del colegio Nuestra Señora de las Nieves para celebrar juntos la Vigilia de Pentecostés y prepararse para la venida del Espíritu Santo. La organización estuvo a cargo de la Vicaría de Jóvenes de la arquidiócesis de Buenos Aires.

El encuentro se desarrolló con la temática de una “travesía en la montaña”, como el lugar privilegiado para el encuentro con Dios, con tres grandes momentos a lo largo de la noche. Al comenzar, los jóvenes circularon por diferentes “fogones”, a cargo de “jóvenes expertos” en distintos espacios de misión (como caridad, grupos misioneros, cárceles, villas, hospitales, comunicación y educación entre otros), en los que se compartió sobre la realidad en la ciudad de Buenos Aires.

El segundo momento fue la oración. Los jóvenes escucharon la experiencia de un sacerdote que ha subido diferentes montañas en su vida, con el testimonio de los pasos que ha dado en su ascenso. Luego, los jóvenes se reunieron en grupos para compartir una misión concreta que puedan realizar en sus comunidades.

El cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, acompañó la vigilia junto con varios de sus obispos auxiliares, que estuvieron disponibles para confesar durante la noche. El cardenal dedicó unas palabras a los jóvenes: “Cuando era joven, me enseñaron que al Espíritu Santo, en confianza, se le puede decir don”, recordó, “¿Y saben por qué?”, les preguntó a los presentes, “porque nos lo donó Cristo, Él se iba y les prometió a los apóstoles el don del Espíritu Santo. Es una donación del Padre”.

“Aunque hagamos un mamarracho de nuestra vida, Dios es fiel, no se borra, siempre está el don del Espíritu Santo para levantarte, para alegrarte, animarte, para consolarte, para perdonarte, para salvarte”, expresó el cardenal Poli. “Pídanlo en confianza, porque se renueva cada vez que un joven hace un servicio gratuito y desinteresado, como lo que hacen muchos de ustedes en las noches de la caridad, o en Cáritas”, les dijo. Al concluir, impartió la bendición sobre los jóvenes y le pidió al Espíritu Santo que los inspire a seguir trabajando.

Seguidamente, hubo un momento de adoración eucarística, guiado con la música del Coro Diocesano de la arquidiócesis.

Para más información, videos y fotos en la web de la Vicaría de Jóvenes Buenos Aires, o en sus redes sociales Facebook, Instagram y Twitter.+

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