Mons. Raúl Martín llamó a imitar el modelo de misericordia de Santa Rosa de Lima
La misa central fue presidida por el obispo diocesano en la catedral Santa Rosa de Lima. En su homilía, monseñor Martín recordó que hace un año culminaba el Año Jubilar por los 400 años de la muerte de Santa Rosa de Lima.
Fue un año, señaló, en que la comunidad pudo "reconocer su rostro, entrando en su corazón, experimentando su cercanía, contagiándonos sus sueños. Ese año vivimos la gracia de las indulgencias, que nos acercaban la fuerza de la gracia de la Misericordia de Dios en nuestras vidas. No fue difícil recorrer la vida de la santa, descubrir que su tesoro era este Dios llamado misericordia, y que su propia vida se había hecho amor y compasión para todos", señaló.
Recordando la figura de Santa Rosa, destacó “su extrema sensibilidad con los más pequeños: los pobres, los enfermos, los negros y los indios, por entonces tan marginados de una sociedad”.
En ese sentido, animó: “En estos tiempos que nos tocan vivir, para algunos los mejores o los peores, pero que en conclusión son los nuestros, debemos dirigir nuestra mirada a Jesús, el tesoro, la piedra preciosa, el salvador, así como lo hizo Rosa”.
“Pareciera que la mirada del Señor encuentra un atajo en la vida de esta santita del siglo XVI, hecha pampa en esta tierra, porque Rosa nos trae mucho de ese rostro y de esa familia que buscamos y queremos fortalecer en nuestra Iglesia, inserta fuertemente en la comunidad argentina, y en plena comunión con Pedro, nuestro papa Francisco”, afirmó, y anheló “una Iglesia capaz del silencio para dejarse fecundar por la Palabra de Dios, pero una Iglesia que con su testimonio se hace profética. Que acoge a todos en tiempos y en momentos difíciles, que se compromete con todos, abriendo brazos y corazones, construyendo puentes”.
“Una Iglesia que viene a contagiar y hacerse fraterna, de corazón humilde y manso, no indiferente ni egoísta. Que como Rosa, sepa mirar a su alrededor sabiendo que su meta es el Cielo, que lejos de enjuiciar fácilmente a los hermanos, busque derramar la ternura y la misericordia de Jesús”, pidió.
Al finalizar la celebración, el obispo auxiliar bendijo frascos de agua con el lema de las fiestas patronales “Bautizados y envaidos”, que los fieles se llevaron a sus hogares.
En la noche del viernes, se presentó en la catedral un concierto a Santa Rosa, con la participación de nueve coros y del barítono Norberto Crespi.+
Publicar un comentario