Mons. Araya: Brochero será siempre una llamada al encuentro de los argentinos
Durante los días de la novena hubo misas, meditaciones, confesiones y adoración al Santísimo Sacramento. La misa de cierre fue en la tarde del 26 de enero en la plaza Centenario y estuvo presidida por el obispo de Cruz del Eje, monseñor Hugo Ricardo Araya.
Concelebraron la Eucaristía el obispo de San Martín, monseñor Miguel Ángel D’Annibale y su auxiliar, monseñor Han Lim Moon; el obispo de Alto Valle del Río Negro, monseñor Marcelo Alejandro Cuenca Revuelta; el obispo auxiliar de Quilmes, monseñor Marcelo Julián Margni, y un gran número de sacerdotes llegados desde distintas diócesis de la Argentina.
En su homilía, monseñor Araya expresó: “Brochero es un nombre metido en la sierra, en el corazón de la sierra. Es una bandera que flamea desde lo alto de nuestras altas cumbres. Felicitamos a la gente de estos pagos por haber sido los destinatarios de una pasión tan grande, de la caridad en la acción, de la fe que se muestra en obras”.
“Ahí lo vemos, arrastrando con su mula los tirantes para la casa de ejercicios. Ahí vemos al gaucho que escucha con docilidad al cura porque sabe que no lo va a engañar. Vemos a Brochero que descansa apoyado sobre el mango de una pala, trabajando con otros en la construcción de un camino, y sueña con el ferrocarril, que no verá realizado a causa de intereses económicos concentrados y lejos de estas periferias”, enumeró.
“Brochero es uno de los mejores frutos, de las mejores expresiones de nuestra Córdoba, y ya es también parte de la identidad de la Argentina. Somos argentinos hermanados por Brochero: sean siempre bienvenidos ustedes que nos visitan, ustedes que peregrinan a este santuario desde distintos pueblos y ciudades, desde las montañas y las pampas de la Argentina”, manifestó.
“Ustedes muestran la riqueza de nuestra querida patria, a veces tan compleja y necesitada de encuentros fraternos, sin anular las diferencias, necesitada de diferencias reconciliables. Gracias a ustedes que peregrinando evangelizan al pueblo, a sus familias y a sus comunidades”, añadió.
Finalmente, reconoció: “Hace mucho que Brochero es santo para nosotros, y el pecho se me llena de alegría, porque la santidad de Brochero no es intimista, centrada en él, espiritualista; es santidad misionera, comunitaria y social”.
En ese sentido, anheló “que Brochero, con su santa intercesión nos saque de nuestro individualismo, de la división estéril, de la fácil descalificación del otro, de la crítica agresiva, la de cada uno y la de cada grupo. Brochero es y será siempre una llamada a los argentinos, una llamada al encuentro, una llamada a mezclarnos, una llamada a ayudarnos. Eso es Brochero”, concluyó.+
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