Mons. Mestre: Disponerse a la voluntad de Dios

Mons. Mestre: Disponerse a la voluntad de Dios

Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA): Al comenzar el tiempo durante el año, en el segundo domingo, el 19 de enero, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, predicó con sus habituales tres puntitos el Evangelio de San Juan. La identidad de Jesús, el tiempo y las energías para verlo y la disposición a la voluntad de Dios, fueron los temas que guiaron su reflexión.

El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, comenzó su reflexión dominical del 19 de enero, refiriéndose a los textos bíblicos que “una vez más quieren iluminarnos para que podamos descubrir quién es Jesús”. En este sentido mencionó las palabras “identidad”, “ver” y “estoy”, para guiar su prédica.

¿Quién es nuestro Salvador? La ‘identidad’ de Jesús
En el primer punto, mencionó "la verdadera identidad de Dios”: “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, el que existe desde siempre, es aquel sobre el que desciende y permanece el Espíritu, es el que bautiza en el Espíritu Santo, es el Hijo de Dios”. A lo largo de la Escritura, se enumeran diversos modos de llamar a Jesús. Esto habla de la identidad del Señor, “el misterio de la Encarnación que celebramos hace pocos días en la Navidad: Jesús es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre”. El desafío y la invitación es a continuar descubriendo la identidad del Señor.

Invertir tiempo y energías para ‘ver’ a Jesús
“¿Realmente buscamos conocer a Jesús?”, se preguntó el obispo de Mar del Plata en el segundo punto. Un interrogante al que podríamos responder rápidamente que sí, “y es probable que estemos en lo cierto”, indicó el prelado. Sin embargo, monseñor Mestre afirmó que “nuestro conocimiento del Señor es deficiente, ya que entran en juego nuestros límites y muchas veces nuestra falta de formación, de lectura y de profundización en los misterios de la fe”. En este sentido, alentó a profundizar en el encuentro y en la visión del Señor.

Cumplir la voluntad de Dios: aquí ‘estoy’
Finalmente, al cumplir con lo dicho en los puntos anteriores, “no nos va a resultar difícil encontrar nuestro proyecto de vida cumpliendo su voluntad”. Decirle al Señor “Aquí estoy” implica disponerse al encuentro, “con mis luces y mis sombras, con mis logros y mis fracasos, con mis fuerzas y mis miedos”. Monseñor Mestre exhortó a repetir estas palabras para disponer la propia vida en manos del Padre.+

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