Mons. Mestre aconsejó dialogar con la semilla del bien

Mons. Mestre aconsejó dialogar con la semilla del bien

Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, propuso para la reflexión dominical del 2 de septiembre tres palabras sobre el Evangelio de San Marcos: “pureza”, “hipocresía” y “dialogar”. Aconsejó detenerse “a examinar cómo sucumbimos a la tentación cuando comenzamos a ‘dialogar con lo malo que hay en nuestro propio interior’”, y en base a esto, dialogar “con la semilla de bien que Dios ha sembrado en nuestro corazón”.
El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, propuso para la reflexión dominical del 2 de septiembre tres palabras sobre el Evangelio de San Marcos: “pureza”, “hipocresía” y “dialogar”.

Aconsejó que detenerse “a examinar cómo sucumbimos a la tentación cuando comenzamos a ‘dialogar con lo malo que hay en nuestro propio interior’”, y en base a esto, dialogar “con la semilla de bien que Dios ha sembrado en nuestro corazón”.

La ‘pureza’
Esta palabra se asocia a la primera parte del texto, monseñor Mestre define a la pureza como “algo integral”. La crítica a Jesús “se traduce en una suerte de ’obsesión desencajada’ por lo ritual”, señaló. Y mencionó otras formas de desenfoque como la “obsesión por la pureza sexual y nada más...” o la “obsesión por la pureza en la fe y nada más...”. Luego afirmó: “Lo que es válido en sí mismo puede transformarse en algo negativo si se lo absolutiza negando el valor y la importancia de otros aspectos”. Y recomendó: “Seamos totalmente puros: cuerpo y alma; mente y corazón; en la fe, en el rito, en la sexualidad, en la economía, en la afectividad, en la vida personal, en la experiencia comunitaria, en la realidad social, en los ámbitos políticos y sociales”, enumeró.

La ‘hipocresía’
Tras explicar la etimología de la palabra hipocresía, el prelado marplatense señaló que hoy hipócrita es el que constantemente “simula, finge, aparenta, falsea”. Y pidió a la comunidad estar atentos a no confundir hipocresía con debilidad. “La hipocresía es la corrupción total de un corazón dividido conscientemente (…) El débil es quien decididamente busca de palabra y de obra el bien y la verdad, pero, a veces por fragilidad es tentado y cae en el mal y la mentira”, explicó.

Las malas intenciones: ‘dialogar’ con lo malo del propio interior
Monseñor Mestre repasó la lista de 13 vicios y pecados que narra el relato evangélico y optó por explicar el primero: las “malas intenciones”. Rescató del texto original la verdadera traducción de la frase que indica: “Dialogar con lo malo que hay en el propio interior”. Lo describió como “la base” en que se plasmarán los demás pecados. Y aconsejó: “Es bueno que nos detengamos a examinar cómo sucumbimos a la tentación cuando comenzamos a ‘dialogar con lo malo que hay en nuestro propio interior’. No dialoguemos, no nos ‘enrosquemos’ con lo malo que pueda haber en nuestro interior sino con lo bueno, con la semilla de bien que Dios ha sembrado en nuestro corazón”, concluyó.+

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