Gualeguaychú (Entre Ríos) (AICA): En la noche del Miércoles Santo, los sacerdotes de la diócesis de Gualeguaychú se congregaron en la catedral de San José para participar de la misa crismal que presidió el obispo diocesano, monseñor Jorge Lozano, quien destacó la importancia de comprender la propia vocación en la comunidad y renovar el espíritu de misión.
En su homilía, monseñor Lozano reflexionó sobre la misión de Jesús, que es el Ungido del Padre, enviado para llevar la Buena Noticia a los pobres, según dice el Señor tomando un pasaje de la profecía de Isaías. El obispo consideró que “la unción y el envío van juntos”, y que en hay unción sin misión.
Como parte del Pueblo de Dios, monseñor Lozano señaló que algunos son elegidos, llamados, para servir a la fe de manera particular por medio del sacramento del orden sagrado, y destacó que la propia vocación se debe entender desde la pertenencia al Pueblo de Dios.
“Los diáconos son imagen de Cristo servidor de toda debilidad y pobreza; los presbíteros, imagen de Cristo Servidor y Buen Pastor, son llamados para construir la Iglesia en comunión fraterna con el obispo, que es sucesor de los apóstoles”, señaló el prelado.
Monseñor Lozano también se refirió a la vida consagrada: “Son aquellos hombres y mujeres a quienes Dios llama para vivir con radicalidad el Evangelio entregando la vida por medio de los votos de pobreza, obediencia y castidad. Una vida profética que anuncia la inminencia del Reino de Dios”.
Durante la celebración, el obispo bendijo los óleos y el santo crisma que se utilizará durante el año en las comunidades parroquiales para la administración de los sacramentos.+
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