En diálogo con Jujuy al Día, el obispo diocesano aseguró que el delito viene en aumento a pesar de los esfuerzos de las autoridades. También observó que la marginalidad social crece al igual que el consumo de drogas.
“Uno tiene la percepción cierta de que va en aumento todo eso y se refleja en los índices de descontrol, donde para robar un celular, si están pasados de drogas, son capaces de matar a una persona”, aseguró el obispo. Como en otras ocasiones, monseñor Fernández insistió en que la situación social de la provincia es “preocupante”.
“Tenemos que exigirle a las autoridades políticas claras y valientes para revertir esta situación, pero hay que reconocer que el trabajo empieza en casa”, afirmó. Para el obispo, la situación se resolverá con mayor inclusión de los sectores en esta situación problemática, el fortalecimiento de la institución familiar, el desarrollo de instituciones educativas, centros de esparcimiento y “todo lo que pueda contener a la juventud”. Para los más jóvenes, monseñor Fernández pidió oportunidades de trabajo y de estudio.
El obispo de Jujuy también ofreció algunas sugerencias en materia de seguridad. Consideró que se deben enviar más policía en tareas de vigilancia a las calles y llamó a emprender una “gran lucha contra el narcotráfico”.
Respecto al tráfico de drogas, el prelado declaró: “Necesitamos que las autoridades nacionales y provinciales muestren una clara decisión de ponerle limite al ingreso indiscriminado de sustancias o materia de elaboración en provincias fronterizas como la nuestra”.
En otra parte de la entrevista, monseñor Fernández se refirió al trabajo infantil: “Este es un problema serio, aunque no sabría dimensionarlo para saber en qué medida nos afecta pero de vez en cuando tenemos una feliz noticia, en el sentido de que se detecta tal situación de trabajo infantil en alguna finca u otro lugar”.
”Pero la contracara –añadió- es que estas cosas pasan y hay que mirar también para que no suceda esto y que los niños estén donde tienen que estar: en la escuela y en su casa”. También sostuvo que a los niños víctimas de trabajo infantil “se los están privando de lo que tienen que gozar en este momento de su vida, de la niñez, de tener la educación necesaria, algo que evidentemente está fuera de todos los derechos inalienables que tienen las personas”.
Para finalizar, monseñor Fernández se refirió a la elevada tasa de suicidios: “Sabemos que tenemos altos índices en la comparativa con el resto del país y esto tiene que ver con la contención afectiva, el seguimiento de los padres y las grandes crisis emocionales de los jóvenes. Hay que estar atentos porque puede ser disparador de alguna situación”. Sostuvo que hay que ofrecerle a los jóvenes un marco educativo y productivo y un proyecto en el horizonte de la vida.+
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