Mons. Lozano: ¿Vos por quién estás dispuesto a dar la vida?
“A veces decimos que una persona ama ‘mucho’ pero es ‘poco’ correspondida, como intentando cuantificar el amor como iniciativa o respuesta. Cuando niños decimos que amamos al papá o a la mamá ‘hasta las nubes’ o ‘hasta la luna’”, graficó, y agregó: “Pero sabemos que el amor no se mide en consideraciones de longitud, en peso o volumen”.
“Incluso en ocasiones buscamos comparaciones que nos puedan ayudar a cualificar. Amar como una madre, como un amigo. O le asignamos al amor trascender el tiempo y lo adjetivamos como eterno o infinito”, indicó.
El prelado afirmó que “Dios mismo, en la Biblia, para revelarnos su amor utiliza imágenes familiares y se compara con una mamá” y fundamentó su idea con pasajes de los profetas Isaías y Oseas referido al amor.
“Jesús en la Última Cena también quiso dejar a los discípulos su enseñanza acerca del amor. Algunos de esos renglones los leemos en las misas de este fin de semana, y son continuación de la alegoría de la Vid y los sarmientos proclamada el domingo anterior. Nos da un gran consuelo sabernos amados, y Jesús nos dice: ‘Como el Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes’. Y sabemos que el amor del Padre es lo más grande, absoluto y fiel que puede existir. Así nos ama Jesús, no se anda con vueltas”, destacó.
El arzobispo sanjuanino subrayó que “es un amor sin límites, sin cálculos, sin reclamos egoístas. No pide recompensa ni prueba de fidelidad. Nos ama primero”, y aseguró que “para que seamos felices nos llama a tener ese mismo amor entre nosotros”.
“‘Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado’. Esto significa con el mismo amor, de la misma manera. La palabra ‘mandamiento’ no la tenemos que entender como una obligación exterior, sino como un llamado interior para orientarnos a la felicidad”, diferenció, y explicó: “Para que lo entendamos bien nos hace otra comparación: ‘No hay amor más grande que dar la vida por los amigos’”.
“Para vivir de esta manera no estamos solos. Nos muestra el horizonte y se compromete en acompañarnos. Nos da la gracia del Espíritu Santo. Amar es dar la vida. ¿Vos por quién estás dispuesto o dispuesta a dar la vida? ¿Por uno, cinco, muchos? ¿Cómo asumís este desafío? Jesús dio la vida por todos. Gocemos de su amor e imitemos su ejemplo”, concluyó.
Por último, monseñor Lozano recordó que el próximo martes 8 de mayo se celebra el día de la Virgen de Luján, patrona de nuestra Patria, por lo que invitó a pedirle “por todos sus hijos, especialmente los que más sufren”.+
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