“Señor en estos días tan sensibles para nuestro país, nosotros queremos sentir con Tu pueblo el hondo calor de la vida que hay en nuestros barrios. Queremos sentir con la Iglesia ese calor de hogar que nos hace familia y descansar nuestra vida en Ella que es Madre y nunca nos abandona”, empieza la plegaria.
En la oración, los curas villeros destacaron la “fuerza espiritual de los pobres” e invitaron “más que nunca a trabajar juntos sabiendo que toda vida humana es sagrada. Y vale en todo tiempo y lugar”.
“Señor nosotros seguiremos soñando con Vos, nosotros seguiremos intentando a tu lado que cada embarazo llegue a buen término, que cada niña y niño pueda llorar su sueño al salir del vientre de su madre: simplemente haber nacido”, se comprometieron.
“Señor nosotros seremos fieles a las abuelas, madres y chicas de nuestros barrios que enarbolando en sus corazones la apasionante bandera de la vida, quieren tener sus hijos, criarlos, cuidarlos y amarlos con toda plenitud”, sostuvieron.
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