Mons. Lozano convocó a una espera activa de la votación por el aborto
“Es importante estar atentos a lo que pueda resolverse. Pero esto no implica una espera pasiva mientras ‘otros’ deciden. Es importante participar de todas las convocatorias a las diversas manifestaciones que ayuden a expresar el rechazo al aborto sostenido por algunos”, pidió en su columna semanal.
“Todavía después de las exposiciones de médicos, abogados, docentes… hay quienes ven el aborto con las mismas consecuencias que cortarse las uñas, operarse de apendicitis o quitarse una muela. Lo que existe en el vientre materno no es un algo o cúmulo amorfo de células. Tiene su propio ADN, su propio corazón”, advirtió.
El prelado reconoció que le dolieron “mucho las mentiras acerca de las estadísticas y la manipulación que han hecho de los pobres”.
“Hay que llamar a las cosas por lo que son y no por lo que me gustaría que sean. Como si la fiebre de una persona pudiera ser distinta si dibujo el termómetro con la temperatura ideal”, graficó, y añadió: “La salud pública tiene serios déficits para la población en general y las mujeres embarazadas en particular”.
“Hay muchas más mujeres que por año mueren a causa de no ser atendidas adecuadamente, que por abortos clandestinos”, aseveró.
El arzobispo sanjuanino destacó que “la encuesta dada conocer en estos días realizada en la Villa 31 de Buenos Aires, da por tierra con el invento de que los pobres están a favor del aborto. Lo que quieren es educar y alimentar dignamente a sus hijos, no borrarlos del mapa”.
“A veces me pregunto si nos están tomando el pelo. No dudo que hay gente convencida de este camino. Pero unos cuantos falsifican datos y presentan una realidad inexistente. Incluso funcionarios nacionales han presentado cifras diversas a las informaciones oficiales que las producidas en sus mismos organismos”, cuestionó.
“A las mentiras ya nos habituamos hace tiempo. Desde que tenemos menos pobres que Alemania a que un porro no hace nada. Cuando se instala la mentira se expande la sospecha”, alertó.
Monseñor Lozano se preguntó: “¿Nos habrán mentido también con las cifras del narcotráfico? ¿Será cierto el cuidado del acuífero Guaraní? ¿Los que están a favor o en contra de la ley de Glaciares dirán la verdad? ¿Hasta dónde puede llegar la sospecha?”
“La Real Academia dice que sospechar implica conjeturar sobre apariencias y de aquí se desprenden la poca seguridad y la desconfianza. Una sociedad que instala la sospecha como lente a través del cual interpretar la realidad se debilita en construcción y proyecciones”, concluyó.+
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