"Me encontré con unos carteles y después con una mancha de pintura, que pensé que era sangre. Después vi todo el camino y la mancha en el piso", afirmó el padre Salvador Gómez LC, vicario parroquial de Santa María de Betania, en declaraciones a Todo Noticias. Los dos carteles colgados en la entrada del templo católico expresaban "La única Iglesia que ilumina es la que arde" y "Las pibas muertas no vuelven más, ustedes son responsables".
"Lo primero que me vino a la cabeza fueron las palabras de San Francisco: 'Dios, hazme un instrumento de tu paz. Que donde haya odio, yo pueda llevar perdón'. Otra cosa no se me ocurrió pensar", agregó padre Gómez.
En el Santuario Jesús Sacramentado también aparecieron pintadas y perchas colgadas. "Iglesia y Estado, asunto separado", se podía leer en un cartel.
Los sacerdotes del santuario Jesús Sacramentado, por su parte, emitieron un comunicado a través de las redes sociales en respuesta a sus atacantes: “Queremos decirles a quienes nos agreden que no podrán torcer el rumbo de nuestro trabajo, que es el anuncio del Evangelio, la buena noticia de Jesús”.
“Que somos gente honrada, no perfecta; que con nuestro trabajo intentamos hacer de la Iglesia un lugar de esperanza y dignidad. Que no cobramos un solo peso del Estado y que trabajamos con todas nuestras fuerzas para que la vida de nuestros niños, jóvenes, ancianos y en especial los más pobres, sea mejor”, afirmaron.
“Somos miles los que estamos embarcados en esta misión y cuando vengas de noche y con tu rostro oculto para pintar y ofender encontrarás en nosotros la infranqueable barrera del bien que triunfa sobre el mal, encontrarás también el perdón y una fuerza que nadie nos podrá quitar que es la alegría de seguir a Jesús”, manifestaron.
“Te podremos ofrecer lo mejor que tenemos que es nuestro pan, nuestro canto y nuestro abrazo porque a pesar de todo, somos hermanos. A seguir andando nomás...y siempre con la esperanza intacta de compartir una buena charla”, invitaron.+
Publicar un comentario