Mons. Ojea: “El obispo se hunde más íntimamente en el misterio de la Iglesia”
La celebración será a las 20,30 en el Colegio Marín, Avenida del Libertador 17115.
“Jesús quiso dejar que su palabra y su vida continuaran en la Iglesia, y confió a los Apóstoles, que son testigos de su resurrección, la tarea de predicar el Evangelio”, comenzó monseñor Ojea en su mensaje.
Luego describió al obispo como el “sucesor de los Apóstoles, el fruto del misterio de la encarnación del Hijo de Dios, que quiere prolongarse todavía entre nosotros”. Es así como, a través de la “continuidad de la obra salvadora de Cristo, somos los hombres los depositarios del mensaje de Jesús”, sostuvo.
Resaltó que los obispos, “con virtudes y defectos”, heredaron a los Apóstoles para alcanzar el testimonio de la resurrección, y de dedican a entregar “la vida por nuestro Pueblo”. Monseñor Ojea definió como “un modo que tiene Jesús de cuidar a la Iglesia”, al regalarle un obispo a la diócesis, “que nos entregue la Palabra de Dios; que en su anillo lleve la conciencia y el testimonio, de una nueva unión y nuevo vínculo con la Iglesia”.
Se refirió al presbítero Caride anunciando que “al hacerse obispo, Guillermo se hunde más íntimamente en el misterio de la Iglesia, para entregarle plenamente su vida”.
Al concluir, invitó a la comunidad a rezar por el padre Guillermo, porque el episcopado “no es un honor”, sino “un servicio y una carga”. “Pidamos para que sea pastor, hermano y amigo en medio de nosotros, sirviendo al Evangelio como Jesús”.+
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