El cardenal Cipriani estuvo al frente de la arquidiócesis primada del Perú desde que fue designado por el papa san Juan Pablo II el 30 de enero de 1999. El 21 de febrero de 2001 fue creado cardenal, convirtiéndose en el primer miembro del Opus Dei en llegar a esa posición. El pasado 30 de mayo fue condecorado por el Congreso de la República Peruana con la Medalla de Honor en el grado de Gran Cruz.
El arzobispo electo de Lima
El padre Carlos Castillo Mattasoglio nació en Lima el 28 de febrero de 1950. De 1968 a 1973 asistió a la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde obtuvo el Bachillerato en Ciencias Sociales.
Ingresó en el Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo en Lima y fue enviado a Roma para sus estudios eclesiásticos donde, en 1979, obtuvo el Bachillerato en Filosofía y, en 1983, en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana.
Fue ordenado sacerdote el 15 de julio de 1984. En 1985 obtuvo la licenciatura y, en 1987, el doctorado en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana.
En su trayectoria sacerdotal ocupó los siguientes cargos: profesor de Teología en la Pontificia Universidad Católica de Perú (desde 1987 hasta hoy); consejero de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (1987-1998); vicario parroquial de “San Francisco de Asís” (1987-1990); vicario parroquial de “La Encarnación” (1990-1991); responsable archidiocesano de la pastoral universitaria de Lima y colaborador en la parroquia de “San Juan Apóstol” (1991-1999); vicario para la pastoral juvenil de Lima, organizador de la vicaría para la juventud y responsable de la pastoral vocacional (1996-1999); consejero nacional de la Comisión Episcopal para la juventud de la Conferencia Episcopal del Perú (1990-2001); Vicario parroquial de “San Juan Apóstol” (1999-2001); consejero nacional de pastoral para la juventud (2000); párroco de la “Virgen Medianera” (2002-2009); director de relaciones con la Iglesia y miembro del Consejo Universitario de la Pontificia Universidad Católica del Perú (2003-2006); párroco de “San Lázaro” (2010-2015).
Publicó diversos libros, entre los cuales se encuentran “La opción por los jóvenes en Aparecida” (2009), “Joven a ti te digo levántate” (1996) y “Libres para creer: La conversión según Bartolomé de las Casas en la historia de las Indias” (1993).
También es autor de diversos artículos como “Rosa de Lima, enraizamiento y misticismo” (2017), “Regeneración, generatividad y liberación” en la revisa Caritas Veritatis (2016), “El bien común y la cultura humana” (2005) y “Teología de la regeneración” (2001), entre otros.
La arquidiócesis de Lima
Desde 1572 es la sede primada del Perú y sede metropolitana de la provincia eclesiástica de Lima, con siete diócesis sufragáneas: Callao, Carabayllo, Chosica, Huacho, Ica, Lurín, Yauyos y Cañete. Es una de las Iglesias particulares más antiguas de América, establecida en 1541 como diócesis y en 1547 fue promovida al rango de arzobispado, dejando su dependencia de Sevilla. Su primer arzobispo fue el dominico fray Jerónimo de Loayza.
Originalmente, el arzobispo de Lima tenía a su cargo, la arquidiócesis de Lima y las otras diócesis del Virreinato del Perú: Cuzco, Quito, Popayán, Tierra Firme, Nicaragua, Asunción, La Imperial, Santiago de Chile y Charcas. En algún momento de su historia llegó a ser la más extensa del mundo. +
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