Los restos mortales del cardenal Sebastián son velados en Iglesia del Sagrario y mañana, sábado 26, se realizará el traslado hacia la catedral basílica de la Encarnación de Málaga para la misa de cuerpo presente y su posterior entierro en la capilla del Santísimo Sacramento del templo catedralicio.
La diócesis de Pamplona y Tudela, de la que fue arzobispo entre 1993 y 2007 celebrará también la eucaristía en su memoria.
El cardenal Sebastián, elevado a la púrpura por Francisco en 2014, cuando ya se había jubilado por edad, había nacido en Calatayud (Zaragoza) en 1929. Ingresó en la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón de María en 1945 y fue ordenado sacerdote en 1953.
Hizo estudios de Teología en Roma y en Lovaina, obteniendo el doctorado en 1955. Desde 1956 hasta 1979 centró su actividad en el estudio y la enseñanza de la Teología Dogmática, primero en los centros de la Congregación Claretiana y a partir de 1967 en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, en donde fue Decano de la Facultad y Rector de la Universidad entre 1971 y 1979.
Fue secretario de la Conferencia Episcopal Española (1983-1988) y su vicepresidente en dos periodos, 1993-1999 y 2002-2005. Fue obispo de León (1979-1988), arzobispo coadjutor de Granada (1988-1993), administrador apostólico de Málaga (1991-1993) y arzobispo de Pamplona y Tudela (1993-2007).
Desde 2007, cuando renunció por edad, residía en Málaga, donde seguía colaborando con la diócesis en la formación teológica de laicos y seminaristas en los centros de
Libro póstumo
En febrero de 2016 publicó sus Memorias con esperanza, una obra donde evocaba diversos momentos de su amplia trayectoria eclesial y también política, en cuanto negociador por parte de la Iglesia con el primer Gobierno socialista de Felipe González.
Hace menos de un mes el cardenal Sebastián había terminado de escribir su último libro sobre vocación cristiana y sus formas, que Publicaciones Claretianas presentará en las próximas semanas.
El papa Francisco creó cardenal a Sebastián, porque era, en sus propias palabras, “una cuestión de justicia”, entre otras cuestiones por su aportación a la vida consagrada y su contribución a la concordia durante la Transición española. Para muchos, Sebastián es una de las figuras más importantes de la Iglesia española de los últimos tiempos.
Dos fueron, en sus propias palabras, los acontecimientos que más profundamente marcaron la vida de Fernando Sebastián Aguilar, misionero claretiano: el espíritu eclesial del Concilio, y la transición política española, a la que hizo aportaciones importantes, dicen los claretianos en un comunicado.
Con la muerte del cardenal Sebastián Aguilar, el Colegio Cardenalicio queda compuesto de 223 cardenales, de ellos 124 con derecho a voto en caso de Cónclave y 99 no electores. +
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