Así lo dio a conocer la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en su cuenta Twitter al referir que el obispo de Maturín, monseñor Enrique Pérez Lavado, alertó que “seminaristas, sacerdotes y unas 700 personas que participan en la manifestación son asediados y los militares intentan irrumpir de forma violenta”.
Posteriormente, gracias a la intervención del sacerdote Samael Gamboa se pudo negociar la salida por grupos de los manifestantes del templo y no hubo que lamentar incidentes lamentables ni enfrentamientos.
Tras la reciente exhortación apostólica de los obispos venezolanos –en el marco de la CXI Asamblea Plenaria de la CEV-, las relaciones entre la Iglesia y el gobierno se han tensionado. Los prelados consideran que la reelección de Maduro es “moralmente inaceptable”, lograda en unos comicios en los que no hubo las suficientes garantías electorales, violando flagrantemente la Constitución.
Durante las jornadas de protestas de ayer, no fueron pocos los seminaristas, sacerdotes, religiosos y laicos que marcharon junto al pueblo venezolano. También lo hicieron algunos obispos como monseñor Ulises Gutiérrez, arzobispo de Ciudad Bolívar, monseñor Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe, monseñor Mario Moronta, obispo de Mérida, y monseñor Luis Enrique Rojas, obispo auxiliar de Mérida, entre otros. +
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