Pocos días después del accidente aéreo del jugador, el 25 de enero, un grupo de amigos de Emiliano, de la localidad de Progreso enviaron una carta al Santo Padre con el pedido de que el pontífice realice gestiones para que se reanude la búsqueda del avión.
La respuesta de Francisco, llegó a través de un mensaje, firmado por monseñor Paolo Borgia, asesor para los Asuntos generales de la Secretaría de Estado, que dice lo siguiente:
“Estimado en el Señor: Acuso recibo de su mensaje, en el que hace partícipe al Santo Padre de la triste pérdida de su amigo Emiliano Sala.
En nombre de Su Santidad, tengo a bien agradecerle esta muestra de confianza, como también transmitirle su pesar en estos momentos de sufrimiento, asegurándole su oración para que el Señor le conceda fortaleza en la fe, para afrontar el dolor con esperanza cristiana. Con estos sentimientos, le imparte de corazón la bendición apostólica, que complacido hace extensiva a su familia y demás seres queridos.
Aprovecho la ocasión para manifestarle mi consideración y estima en Cristo”.
El último adiós
El sábado 16 de febrero, la localidad de Progreso, situada a más de 532 kilómetros de Buenos Aires y con casi 3000 habitantes, se paralizó para darle el último adiós al joven futbolista.
El velatorio se realizó en la sede del Club Atlético y Social San Martín de Progreso, institución en la cual Sala se formó profesionalmente, el padre José María Soria rezó el responso y presidió la misa de cuerpo presente.
“Los que parten como Emiliano lo hacen felices, en la esperanza de la resurrección y nosotros nos quedamos acá preguntándonos por qué Dios a veces nos habla tan alto”, expresó el padre Soria a la nutrida y emocionada concurrencia. +
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