Francisco en la Fraterna Domus: “Libres de miedo, al encuentro del otro”
Se trató de la misa de apertura del Encuentro de los Organismos de acogida “Libres del miedo”, organizado por la Fundación Migrantes, Càritas Italia y el Centro Astalli, que se extenderá hasta el domingo 17.
Durante su homilía, el Santo Padre comentó las lecturas bíblicas y las resumió con la frase “No tengan miedo”. En el libro del Éxodo -explica el pontífice- Israel es llamado “a mirar más allá de las adversidades del momento, a vencer el miedo y a confiar plenamente en la acción salvífica y misteriosa del Señor". En cambio, en el Evangelio de Mateo, los discípulos “están turbados y gritan de miedo al ver al Maestro caminando sobre las aguas, pensando que es un fantasma. Pero, el Maestro les devuelve la confianza y los invita a reconocerlo.
“A través de estos episodios bíblicos, el Señor nos habla hoy y nos pide que nos dejemos liberar de nuestros temores”, afirmó el Papa, en consonancia con el tema elegido para el encuentro, “Libres de miedo”. “Ante la maldad y lo feo de nuestro tiempo, también nosotros, como el pueblo de Israel, estamos tentados de abandonar nuestro sueño de libertad. Sentimos un miedo legítimo ante situaciones que nos parecen no tener salida”, expresó el Pontífice.
Resaltó la importancia de “sentir la presencia de Dios y abandonarnos a su providencia”. De lo contrario, “nos cerramos en nosotros mismos, en nuestras frágiles seguridades humanas, en el círculo de los seres queridos, en nuestra rutina tranquilizadora. Y al final renunciamos al viaje a la Tierra Prometida para volver a la esclavitud de Egipto”.
Luego se detuvo en la cantidad de migrantes y refugiados que llaman a nuestra puerta, y como “el miedo aumenta” con la presencia del desconocido. Sucede que “el temor es legítimo, porque falta la preparación para este encuentro”, afirmó. “No es fácil entrar en la cultura de los demás, ponerse en el lugar de personas tan diferentes a nosotros, comprender sus pensamientos y experiencias. Y así, a menudo, renunciamos al encuentro con el otro y levantamos barreras para defendernos”.
Sin embargo, señaló que los cristianos “estamos llamados a superar el miedo para abrirnos al encuentro”. Para ello, no basta con justificaciones: “el encuentro con el otro es también un encuentro con Cristo”, precisó Francisco. “Él mismo nos lo dijo. Es Él quien llama a nuestra puerta hambriento, sediento, extraño, desnudo, enfermo y encarcelado, pidiendo ser recibido y asistido. Y si aún tenemos alguna duda, aquí está su clara palabra: En verdad les digo, todo lo que hagáis a uno de estos mis hermanos más pequeños, me lo habéis hecho a mí”, sostuvo.
El Papa recordó que Jesús en muchas ocasiones alentó a sus discípulos: "Ánimo, soy yo, no tengáis miedo" (Mt. 14,27) “Es Él, -afirma el pontífice- aunque nuestros ojos tengan dificultad para reconocerlo: con ropas rotas, pies sucios, rostros deformados, cuerpos doloridos, incapaces de hablar nuestro idioma”.
Antes de concluir, destacó el papel de “el otro”, quien “nos da la oportunidad para el encuentro”: “los que llaman a nuestra puerta, ofreciéndonos la posibilidad de superar nuestros temores de encontrarnos, acoger y ayudar a Jesús en persona. Por eso, como individuos y como comunidad, estamos llamados a hacer nuestra la oración de los redimidos: “Mi fuerza y mi canto es el Señor, él ha sido mi salvación”, dijo al finalizar.
La Fraterna Domus de Sacrofano
La Asociación de Voluntarios del Servicio Social Cristiano Fraterna Domus es una asociación pública de fieles establecida en la Diócesis de Roma que atrae su espiritualidad en la consagración bautismal.
Se propone “testificar los valores del voluntariado y la hospitalidad como modelo de la Familia divina de Nazaret”. En medio de tanto ruido –señalan los promotores– la familia Fraterna Domus “vive en comunión de fraternidad y amistad en un ambiente simple y sobrio, dentro de la gran familia de la Iglesia”.
En particular, en Sacrofano, en habitaciones particularmente bien equipadas y rodeadas por la belleza de la naturaleza, “se puede cultivar la vida interior, escuchando la inspiración de Dios a través del recuerdo, el estudio, la meditación y la oración”.+
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